El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Artículo

Colombia en un mundo cambiante

En medio de esta pandemia de la que vemos una tenue luz al final del túnel, Colombia enfrenta un panorama internacional con desafíos y oportunidades. Encarar los primeros, asir los segundos.

5 de enero de 2021 Por: Marcos Peckel

Esta primera semana del año no podía comenzar más movida, o quieta, si se toma en cuenta que muchos países han decretado cuarentena total, encerrando a su población por semanas en ese combate contra el esquivo bicho que ahora le dio por procrear variantes de las cuales estamos apenas aprendiendo. Movida porque al momento de aparecer esta columna ya se podrían conocer los resultados de las elecciones de los dos senadores del Estado de Georgia que definen el control de la cámara alta del Congreso de Estados Unidos, esencial para la gobernabilidad del próximo inquilino de la Casa Blanca.

Al momento de estar leyendo esta columna, debe estar congregada en Washington la manifestación convocada por Trump para intimidar al Congreso y evitar que una vez el vicepresidente, Mike Pence, abra el sobre lacrado y lea los resultados del colegio electoral, estos sean certificados por el congreso declarando a Joseph Biden como el presidente 46 de los Estados Unidos. Algunos senadores y representantes republicanos han manifestado que no certificarán el resultado, aunque no parecieran tener mayoría. En la manifestación trumpista, el tamaño es lo importante y puede ser grande, muy grande.

Para Colombia se inicia una nueva era con Washington en lo que constituye lo más importante de sus relaciones exteriores. Sin embargo, mayores cambios no debería haber pues Colombia ha sido por décadas, quizás desde la guerra de Corea, el más importante aliado de Estados Unidos en la región. Desnarcotizar la agenda como algunos proponen no es posible mientras existan los narcóticos y nuestro país los produzca.
Estados Unidos seguirá colaborando con Colombia en los temas relacionados con el Covid-19, acceso a las vacunas, lucha contra el terrorismo, implementación de los acuerdos de paz, combate a la corrupción transnacional y refugiados venezolanos. Algunos rifirrafes podrían darse con congresistas demócratas por los temas de la paz y líderes sociales, pero sin mayores consecuencias.

En Venezuela se posesionó la Asamblea Nacional fraudulenta de Maduro elegida en elecciones monitoreadas por observadores iraníes quienes ‘certificaron’ su validez y transparencia. La ‘cubanización’ de Venezuela avanza un paso más y ya parece irreversible. Esto le impone a Colombia un serio desafío pues nos tocó ser vecinos de un país que, por ahora, quizás por largo tiempo, no va a cambiar. Continuará el flujo de refugiados y la guerrilla y otros grupos criminales seguirán encontrando en territorio patriota su retaguardia estratégica. Maduro ganó ese pulso y la democracia en Venezuela quedó en la lona. Esa es la realidad monda y lironda con la que nos toca convivir.

En medio de la crisis del multilateralismo que en Suramérica ha dejado ‘cadáveres’ como Unasur, Celac y el Alba, Colombia comienza el año con la presidencia pro tempore de tres organismos regionales que con la pandemia han mostrado un fortalecido dinamismo. Oportunidad para que Bogotá avance en los parámetros de una verdadera integración regional, elusiva hasta ahora. La Comunidad Andina con más de medio siglo de existencia, dueña de una resiliencia única, beneficiosa para sus cuatro miembros sobrevivientes: Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia. La Alianza del Pacífico presenta la gran oportunidad para la recuperación pospandemia, gracias a sectores como el comercio, turismo e inversión. La tercera presidencia de Colombia es Prosur, foro, que no organismo, en el que se debaten y adoptan posturas en temas de políticas públicas, defensa de la democracia, economía y agenda social sostenible.

En medio de esta pandemia de la que vemos una tenue luz al final del túnel, Colombia enfrenta un panorama internacional con desafíos y oportunidades. Encarar los primeros, asir los segundos.

Sigue en Twitter @marcospeckel