Todas las vidas importan
Es nuestra responsabilidad como sociedad dejar la mojigatería al solidarizarnos con asuntos externos cuando aquí a los negros también se les maltrata y se les tiene en el olvido.
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7 de jun de 2020, 11:45 p. m.
Actualizado el 25 de abr de 2023, 07:05 p. m.
Lo que no se nombra no existe. El lenguaje sí importa porque sirve para describir la realidad, las personas, las cosas y organiza la estructura de interpretación que tenemos del mundo.
Por eso es de vital importancia aprovechar la sensibilidad que ha despertado el asesinato del afroamericano George Floyd en Minnesota para poner sobre la mesa lo nuestro, lo que pasa en un país como Colombia.
Mientras la policía estaba asfixiando a Floyd, en Puerto Tejada -Cauca- Anderson Arboleda estaba sufriendo de la brutalidad policial en el barrio Carlos Alberto Guzmán, conocido como la ‘invasión’, por un grupo de uniformados que lo castigaban por violar la cuarentena.
Floyd y Anderson no solo tienen en común su negritud, estaban en barrios de negros donde se supone, gracias al estereotipo, viven los delincuentes. O robaron o mataron o están a punto de delinquir. Ambos cuerpos estaban desarmados y su piel negra, chocolate, azabache o como quiera llamársele, determinó la agresión y posterior asesinato.
Existe una racialización de la criminalidad, códigos usados por las autoridades para definir a sospechosos: negro con tenis y capucha igual a delincuente y esta agresión ha sido sistemática, histórica.
El racismo mata y esta es una verdad de perogrullo. En la vida cotidiana a las personas con pigmentación más oscura se les trata con menos cortesía; hay desdén o trato precario en tiendas, restaurantes y frecuentemente enfrentan el temor de los otros cuando se aproximan simplemente por ser negros.
El centro de asuntos afrodiásporicos de la universidad Icesi (Ceaf) con su directora Aurora Vergara viene desde hace algunos años llamando la atención sobre la importancia de llamar las cosas por su nombre: somos una sociedad racista y las muertes en este país también pasan por el color de la piel.
Con casi 170 años de abolición de la esclavitud las condiciones del pueblo negro no han cambiado mucho. Las cifras del Dane 2018 exponen que la pobreza multidimensional de los negros está 11 puntos por encima de la nacional. Un niño negro tiene 7 años menos de esperanza de vida que uno mestizo y seguimos sumando.
Es nuestra responsabilidad como sociedad dejar la mojigatería al solidarizarnos con asuntos externos cuando aquí a los negros también se les maltrata y se les tiene en el olvido.
No todo chico negro es delincuente y es nuestra obligación hacerlo entender a las autoridades policiales. En Colombia también mueren George Floyds, y lo hacen no solo por la brutalidad policial sino por el desdén y olvido institucional, si bien todas las vidas importan; pero no todas las vidas importan hasta que las vidas negras importen.
Sigue en Twitter @MabelLaraNews

Periodista, especialista en desarrollo social con estudios en ciencia política y relaciones internacionales. Cinco veces ganadora del premio India Catalina a mejor presentadora de noticias y un premio Simón Bolívar por su trabajo en el canal regional Telepacífico. Actualmente trabaja con Caracol Radio en el programa La Luciérnaga y en el Canal Uno como anchor principal de noticias.
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