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Marrulleros

Hemos tenido dos semanas donde se han puesto en evidencia las falsedades de los líderes políticos cuando de mujeres se trata.

4 de agosto de 2019 Por: Mabel Lara

Hemos tenido dos semanas donde se han puesto en evidencia las falsedades de los líderes políticos cuando de mujeres se trata. Primero la candidata del Centro Democrático Ángela Garzón, que en justa lid y bajo las condiciones su grupo se enfrentó a otros opcionados para la Alcaldía de Bogotá y ganó, fue sacada sin mayores contemplaciones de la campaña porque a su partido le pareció mejor opción el joven candidato de Peñalosa.

Como si eso no fuera suficiente, la misma semana el partido que se hace llamar progresista y que se ufana de respetar las libertades individuales y atacar el machismo, apoyó a un candidato con serios cuestionamientos de maltrato familiar, y de paso, desoyó las solicitudes y críticas de un importante número de las mujeres de su grupo que indignadas se retiraron de la Colombia Humana.

Pero no bastó. Paloma Valencia candidata a la Comisión Primera del Senado que había hecho compromisos para quedarse con la presidencia del órgano legislativo fue traicionada al imponerle el nombre de su compañero Santiago Valencia. A María Mercedes Maldonado, de la otra extrema ideológica, también le tocó renunciar por no ser tenida en cuenta en las decisiones del Petrismo que durante tanto tiempo defendió. Y a esto se suma el matoneo al que se ha expuesto la candidata de los verdes Claudia López comidilla de las redes sociales y victima de señalamientos machistas y vulgares.

Marrulleros y mentirosos de lado y lado. Pura violencia simbólica, machismo puro y duro que intenta silenciar y obstaculizar la llegada de las mujeres al poder disputado bajo las normas que ellos mismos impusieron.

En Colombia desde el año 2000 tenemos una famosa ley de cuotas que les exige a los partidos la vinculación de mujeres a corporaciones en un 30%, pero esa legislación es un canto a la bandera. Con episodios como los de esta semana ha quedado demostrado que cuando las mujeres logran ponerse de delanteras, cual partido de fútbol, a sus jefes políticos les encanta ‘echarlas para atrás’ porque creen que son otros los que tienen el derecho de hacer los goles.

Y eso que estos son los episodios de los que nos enteramos, estoy segura que si las mujeres hablaran de todas las triquiñuelas que les hacen sus mismos compañeros estaríamos contando decenas de camándulas con perlas políticas.

A esto se suma el matoneo constante de las redes sociales: putas, locas, despelucadas, gritonas, brutas, brujas; tiernos calificativos que abundan de extremo a extremo.

Centro, izquierda y derecha vienen haciendo lo mismito con sus mujeres. De qué vale anunciar gabinetes paritarios, defensa de los derechos y respeto a la diferencia, si en el día a día a las políticas de este país les toca batallar no sólo con la misoginia del electorado, sino especialmente con el fuego amigo. Pura palabrería y promesas fáciles. Verracas las políticas de este país que se mantienen en sus cargos ante tantas tribulaciones, solidaridad con todas ellas, de lado a lado.

Sigue en Twitter @MabelLaraNews