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Paola Guevara

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Los hijos de todos

Lo importante para muchos padres es que sus hijos lleguen al colegio, pero si les mostramos que lo único que importa no es leer y escribir, sino ser empático, ser solidario, ser buen ciudadano, se ampliaría la experiencia de lo educativo

4 de septiembre de 2023 Por: Paola Guevara

Estos casos rompen el alma, impiden respirar, conciliar el sueño, vivir. Un pequeño niño colombiano abusado por sus padres, drogadictos, que le vendían, o alquilaban, para obtener dinero para comprar droga. El niño murió a causa del abuso sexual de aquellos a quienes sus propios padres entregaron. Se cuestiona el papel del Icbf en este caso.

Y cuando uno está tentado a perder la fe, encuentra razones para creer. Esta semana tuve la oportunidad de asistir a una charla con María Elisa Korgui, directora de la Fundación Caracolí, educadora vallecaucana que lucha por la educación para la primera infancia.

“La pregunta es qué hacer con los niños en dificultades. Lo primero es minimizar los obstáculos para llevarlo a un entorno seguro, mientras la familia encuentra asidero. La responsabilidad por los niños no es solo del Estado, sino de cualquier colombiano, el niño en riesgo de hoy es la persona que mañana se encontrará conmigo y mis hijos. Los niños no solo le pertenecen al Icbf, le pertenecen a todos, le pertenecen a la aldea. Debemos tener es solidaridad, con todos los niños, los nuestros y los ajenos”, dice María Elisa.

Añade que la mayor capacidad del adulto, ante la primera infancia, es la escucha. Es el factor determinante: escuchar palabras. Pero también gestos, silencios, acciones, actitudes, rutinas del sueño, ¿ese niño que se duerme en la escuela, qué está diciendo? La escucha, como principio, es fundamental en la primera infancia. También sugiere currículos coherentes con el territorio del niño, no puedo importar los principios de la educación de Finlandia y trasladarla a Yumbo, que tiene 4 comunas, 32.000 habitantes, poblaciones distintas y condiciones sociales diferentes, que deben ser atendidas de forma distinta.

Explica que en Colombia está bajando la asistencia a las reuniones de padres de familia, ¿qué hacemos? El que acompaña en la tarde es un abuelo, y por eso valdría la pena invitar a las reuniones de padres a una abuela cuenta cuentos, a ese abuelo que trae tradiciones, conocimiento, historias, pues ese abuelo respalda la función del padre agobiado. Si los padres tambalean, por distintas razones, quizá un abuelo o un tío puede salvar la escena.

Sugiere María Elisa que debemos tener un catalejo para observar la realidad: al final todo debe ser por el bienestar del niño, “somos los responsables de llevarle paz, esperanza a una familia, sin pensar en el ruido de la ciudad y el país. La empresa privada no puede dar la espalda a la infancia, venga de donde venga, todos somos responsables”, dice María Elisa.

Lo importante para muchos padres es que sus hijos lleguen al colegio, pero si les mostramos que lo único que importa no es leer y escribir, sino ser empático, ser solidario, ser buen ciudadano, se ampliaría la experiencia de lo educativo. Hace falta sentarnos, todos, a discutir como sociedad qué podemos hacer, en qué podemos influir, para que jamás existan casos como los del niño abusado y muerto sin que nadie pudiera salvarle. Mientras tanto, seremos un fracaso como sociedad.

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