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Murdoch, un ícono viscoso

Uno no debe alegrarse del mal ajeno pero en el caso del...

28 de julio de 2011 Por: Julio César Londoño

Uno no debe alegrarse del mal ajeno pero en el caso del magnate australiano Rupert Murdoch y el cierre de News of the World por el escándalo de las ‘chuzadas’, hay que hacer una excepción. Que el tabloide haya sobornado al jefe de Scotland Yard y chuzado los teléfonos del primer ministro y la familia real, es gravísimo, por inútil que sea esa familia. El prontuario se agravó cuando se supo que también chuzó a los familiares de los soldados muertos en Afganistán para publicar las chivas de sus dramas. La taza se rebosó con el caso de Milly Dowler, una niña que estuvo desaparecida durante cinco meses hasta que las autoridades hallaron su cadáver. El hecho de que el buzón de su celular fuera vaciado periódicamente le sembró a su familia la esperanza de encontrarla con vida y confundió a la policía hasta que se supo que era un hacker contratado por News of the World quien lo vaciaba.Es verdad que Murdoch es un genio de los negocios. Ahí está su vasto imperio para demostrarlo: canales de televisión, periódicos, revistas, medios digitales e industrias cinematográficas. Decenas de grandes empresas avaluadas en US$ 32.700 millones. Si hay que elegir un ícono de la revolución informática, es la sabandija de Rupert Murdoch.Es una figura muy antipática por varias razones. Murdoch fue el primero en cobrar por los contenidos on line de sus periódicos. Es verdad que el 90% de sus lectores ha migrado a páginas gratuitas pero Murdoch tiene razón: hacer periodismo digital cuesta y él no es la madre Teresa. Tiene razón, pero no por eso la medida deja de ser antipática entre los canaleros de la comunicación, ¡que somos millones!Tampoco se le perdona su indiscutible título de rey del amarillismo. El daño que les ha causado a los personajes cuya intimidad ventila en sus tabloides y el irrespeto al dolor de miles de familias cuyas tragedias ha explotado sin compasión, es imperdonable. La foto de un cadáver ensangrentado es grotesca para un lector normal. Para sus parientes es una imagen muy dolorosa, amén de una profanación. La foto de una modelo sorprendida en una escena íntima por un paparazzo puede excitar a ese voyerista que algunos llevamos dentro. Para ella será como una violación; para sus hijos, una vergüenza difícil de superar.Fox News, el canal de noticias de Murdoch, está duplicando en sintonía a CNN y sus equilibrados análisis políticos. ¿Cómo lo hizo? Con la vieja fórmula. Murdoch comprendió que CNN era “muy frío” y le metió a Fox escándalos, calumnias a los líderes demócratas, seudoanálisis, simplificaciones de ultraderecha, creacionismo, discriminación, moralismo… todo el surtido arsenal del Tea Party (la tonta hermosa de Sarah Palin es una invitada frecuente de los programas de opinión de Fox). ¿Cuánto le costará a Estados Unidos el alto rating de Fox? ¿Cuánto nos costará a todos la degradación de la cultura política de la nación más poderosa del mundo? Nadie se imagina a Murdoch tras las rejas pero el cerco se está estrechando. No será fácil demostrar que la enorme operación de chuzar a miles de personas durante varios años, sobornar jefes de la policía y pagar hackers, ocurrió a sus espaldas. Las grandes sumas que esta operación requería y los ardides ideados para camuflarlas en la contabilidad no pueden ser iniciativas de empleados de segundo nivel.