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Caminando juntos

He querido traer estos pensamientos que se están moviendo en la Iglesia de hoy, para dar una respuesta al mundo después del Covid-19, que mi deseo humilde es pedirle a los políticos, a los que buscan el poder, que reflexionen

19 de octubre de 2021 Por: Jorge Humberto Cadavid Pbro

“Caminando solos, llegamos más rápido; caminando juntos, llegamos más lejos”. Esta palabra: sinodalidad se empezó a poner en uso desde el primer día, aquella noche, en la cual el nuevo papa, Francisco, apareció en la plaza de San Pedro por la ventana para ser conocido por la ciudad y por el mundo, como el nuevo pontífice; allí la pronunció, al pedir que antes de empezar el camino junto al pueblo de Dios, les pedía el favor de que oraran por él.

Francisco no la inventó, ya la había usado San Juan Crisóstomo en el Siglo IV, cuando habla sobre la identidad de la Iglesia, que tiene nombre de Sínodo y en sus raíces griegas significa “hacer el camino juntos”; en octubre del año 2015, cuando se celebraba el Sínodo de la Familia al conmemorar los 50 años de constituido el Sínodo de los Obispos, dijo el papa francisco: “La sinodalidad es lo que Dios espera de nosotros en este siglo. Por tanto es el proyecto, el plan que él sugiere a la Iglesia. Aunque también dice que es más fácil hablar de sinodalidad que ponerla en práctica”.

Sí, hacer el camino juntos es la clave para recuperar la fraternidad, que es tan necesaria en toda sociedad, no solo en la Iglesia, para que unidos podamos sacar adelante cualquier proyecto y avanzar en la reconstrucción del tejido social que nos lleve al crecimiento y valoración de la dignidad del hombre y podamos así sortear las inmensas crisis producidas por el mismo hombre al querer avanzar sólo para llegar rápido a la consecución de sus intereses egoístas, que disfraza con el maquillaje y las máscaras de las ideologías y falsos mesianismos que logran anestesiar las conciencias y hacer esclavos a los hombres.

Para que ese caminar juntos se logre, el papa pide a los señores obispos participantes en la apertura del Sínodo que tengan en cuenta los tres siguientes verbos: Encontrar, escuchar, discernir. En cuanto a encontrar, dice: “Exige atención, tiempo, disponibilidad para encontrarse con el otro y dejarse interpelar por su inquietud y que Jesús sabe que un encuentro puede cambiar la vida”. Y al respecto de escuchar, dice: “Hoy el Espíritu nos pide que nos pongamos a la escucha de las preguntas, de los afanes, de las esperanzas de cada Iglesia, de cada pueblo y nación. Y también a la escucha del mundo, de los desafíos y los cambios que nos pone delante. No insonoricemos el corazón, no nos blindemos dentro de nuestras certezas. Escuchémonos”. Por último, discernir: Francisco explica que ‘el encuentro’ y ‘la escucha recíproca’ no son algo que acaba en sí mismo, que deja las cosas tal como están, al contrario, “cuando entramos en diálogo, iniciamos el debate y el camino, y al final no somos los mismos de antes, hemos cambiado”.

He querido traer estos pensamientos que se están moviendo en la Iglesia de hoy, para dar una respuesta al mundo después del Covid-19, que mi deseo humilde es pedirle a los políticos, a los que buscan el poder, que reflexionen sobre este caminar juntos que ellos deben hacer con su pueblo, para responder a las angustias y necesidades que han puesto de manifiesto muy claramente estos tiempos de tormenta en la que todos estamos embarcados, y sólo caminando juntos podemos salir adelante.