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¿Integridad nacional amenazada?

Hay zonas del país en manos de señores de la guerra; incapacidad para gestionar y solucionar; abultadas arcas fiscales que podrían alimentar la estrategia oficial para la continuidad; reformas que en vez de ser solución dañan más.

11 de marzo de 2024 Por: Antonio de Roux

La visita del Gobierno Nacional a los municipios de la costa pacífica culminó en Quibdó con un acto al que asistieron el presidente Petro y altos funcionarios de la rama ejecutiva. Fue la oportunidad para escuchar voces representativas del Chocó, entre las cuales tuvo especial relevancia la correspondiente a la gobernadora Nubia Carolina Córdoba.

Se trata de una joven funcionaria cuya hoja de vida impresiona por combinar logros académicos y servicio público. Graduada de abogada obtuvo la maestría en Planificación de la Universidad de Barcelona y el doctorado en Política y Gobierno de la Universidad de Córdoba (Argentina). Su desempeño como catedrática e investigadora ha estado acompasado con la colaboración para importantes dependencias del Estado como son los Ministerios del Ambiente y Cultura.

Nubia Carolina expuso en aquella ocasión las expectativas y frustraciones de su comarca ante el régimen político-administrativo que expolia los territorios para beneficio de poderes centrales proclives a la corrupción y el despilfarro. Una circunstancia que no hemos sido capaces de solucionar y significa miseria para el departamento aludido como para los territorios de periferia entre los que se cuentan Guajira, Amazonas, Putumayo, Cauca, Nariño y otras fracciones de la patria que intentar sobrevivir entre cultivos ilícitos, minería ilegal y ejércitos privados.

Durante el evento comentado sonó valiente el mensaje de la doctora Córdoba. Pidió servicios públicos básicos, seguridad, salud, vías, puertos, fomento del turismo y la producción agrícola. En otras palabras, infraestructura para el desarrollo, la cual debiera ser impulsada por un Estado que hasta ahora se ha limitado a extraer recursos de la región. Las transformaciones aludidas sumadas al aporte de los empresarios locales harían posible un nuevo comienzo.

Más fuerte se hizo el mensaje de la funcionaria al indicar que el Chocó se cansó de la pobreza y el subdesarrollo, está fatigado de que casi el 67 % de sus habitantes medren en la pobreza. Una pobreza que no proviene del contexto propio y menos aún de la capacidad de su gente: “es la condición a la que nos ha sometido este país al no permitirnos modalidad de desarrollo”, dijo.

La conciencia sobre las potencialidades de su departamento también la llevaron a reflexionar sobre lo que significa contar con dos océanos y ser la zona mejor irrigada del planeta. Por eso proclama que los chocoanos sienten la necesidad de ofrecer solución a las naciones ante la declinante operatividad del canal de Panamá.

El sesgo ideológico impera sobre el gobierno del Pacto Histórico impidiéndole entender los riesgos que su talante crea para la integridad nacional. Hay zonas del país en manos de señores de la guerra; incapacidad para gestionar y solucionar; abultadas arcas fiscales que podrían alimentar la estrategia oficial para la continuidad; reformas que en vez de ser solución dañan más.

Entre tanto, la desesperación en los territorios se profundiza y aparecen los cantos seductores de un cambio definitivo. Chocó podría acariciar el sueño de su integración a Panamá; Nariño y Putumayo al Ecuador. Hasta la Guajira sedienta, si allá retornasen democracia y riquezas, podría verse atraída por Venezuela. Esto sin contar la laboriosa y productiva Antioquia, que bien puede caer en la tentación de volar sola.

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