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Palabrejas

Para bajarle solemnidad y presión a la jornada electoral, un adelanto exclusivo de las nuevas palabras (y acepciones) que conoceremos en cuestión de días

27 de octubre de 2019 Por: Vicky Perea García

Los idiomas que hablamos alrededor del mundo respiran, están vivos. Y, muy a pesar de los fundamentalistas de la lengua, el uso cotidiano termina imponiendo nuevas palabras y agregando significados diversos a las que ya existen.

El español no es la excepción, pues su uso, luego de un proceso cuya responsabilidad descansa en la Real Academia Española (y sus capítulos en cada uno de los 23 países donde se habla el idioma), determina estas novedades que cada tanto se hacen públicas.

Para bajarle solemnidad y presión a la jornada electoral, un adelanto exclusivo de las nuevas palabras (y acepciones) que conoceremos en cuestión de días.

Calculista: ingeniero que parece no calcular el enorme daño que hace cuando su ética sucumbe estrepitosamente frente a la ambición.

Carvajal: que hace las cosas bien, si es empresa, y que hace las cosas mal, si es alto tribunal transitorio.

Esmás: unidad policial que es más lo que critican que lo que aprecian, a pesar de que la mayoría de sus integrantes son buenas papas (no-bomba).

Evocracia: doctrina según la cual la soberanía reside en el dueño del pueblo, quien ejerce el poder directamente (robándose las elecciones) o por medio de representantes del socialcinismo del Siglo XXI (el evócrata de derecha es un tirano; el evócrata de izquierda, un mandatario respetable).

Franco: sincero y leal en su trato; que no tienen nada oculto, ni enterrado en el Valle de los Caídos.

Galatasaray: equipo turco de fútbol, célebre porque una de sus estrellas extranjeras fue des-falcao con la propuesta de un video de saludo a cierto político con garras de águila(r).

Gavirisgritismo: efusivo movimiento político en el que la frase “no vamos pa’ ningún Pereira” solo se usa en referencia a otrora leales ministros que ‘procuran’ evitar las dentelladas del caudillo, siempre acostumbrado a comer a dos carrillos (dicho líder tiene una Risaralda muy sonora).

Infiltrado: persona introducida subrepticiamente en un grupo adversario y que ha estudiado, sin lograr graduarse, veintidós semestres en una universidad pública.

Instagram: escenario virtual donde desnudamos el alma, aun sin tenerla.

Maquinaria: éxito político de aquel adversario a quien quisiéramos ver aplastado por otro tipo de maquinaria.

Mermelada: dineros y gabelas que han dejado de llegar a manos de quien denuncia su existencia.

Ministerio: departamento del gobierno de un Estado, encabezado por un ministro cuyo nombre la gente ignora y que tiene bajo su poca competencia un conjunto de asuntos determinado (fusible que se funde en todas partes, excepto en los ducados palaciegos).

Pederastia: oportunidad clerical para dedicarse a la reflexión y a la vida de contemplación espiritual, lejos del mundanal ruido de los tribunales.

Salud: columnista llena de vida y, en algunas regiones, EPS desprovista de vida.

Taganga: corregimiento donde miento y me dan licencias de construcción ilegales bajo las narices de las autoridades (coloquialmente, ta-ganga, entendido como ‘esta ganga’, que se aprovecha hoy para mañana llorar como una Magdalena).

Trumpada: golpe que se da a la altura de la barbilla del oponente y que, por lo general, deja sobre la lona al suscrito.

Voto: expresión pública o secreta de una preferencia (en el caso de los sacerdotes pedófilos, la preferencia no es pública sino púbica).

Sigue en Twitter @gusgomez1701