El pais
SUSCRÍBETE

Oasis

Ha llegado el momento de asumir que otras especies animales son capaces de pensar y de sentir.

16 de junio de 2019 Por: Gonzalo Gallo

En su libro ‘El ingenio de los peces’ Jonathan Balcombe resume un interesante experimento científico.

En él se comparaba la capacidad de aprendizaje de los peces limpiadores con la de los simios.

Si empezaban a comer de un recipiente azul, el rojo se eliminaba; si empezaban por el rojo, el azul permanecía. Los peces obtuvieron mejores resultados.

El hecho de que los peces superen a los primates en una tarea mental es otro recordatorio de esta verdad:

El tamaño del cerebro y el cuerpo, la presencia de piel o escamas y la proximidad evolutiva a los humanos son criterios con poco fundamento para calibrar la inteligencia.

Las inteligencias no tienen que ser necesariamente humanas. La ciencia ha demostrado que, además de artesanas asombrosas, las arañas son estrategas flexibles.

Son capaces de desarrollar nuevas estrategias para resolver problemas inéditos. Sí: estudian y aprenden.

Ha llegado el momento de asumir que otras especies animales son capaces de pensar y de sentir.

AHORA EN Gonzalo Gallo