Oasis

A los 11 años limpiaba tumbas y organizaba las flores en las tumbas altas de un cementerio cercano a la casa.

A esa misma edad para poder ayudar en casa ante las carencias, sacaba huesos de un ataúd a los 4 años del deceso. Iban a un osario.

Suena extraño que un niño haga eso, pero no hay casualidades, ya que toda mi vida he estado de algún modo vinculado a la muerte.

Desde hace más de 25 años ayudo en duelos y en el poco conocido arte de morir bien y despedir en paz a quien trasciende.

Raras veces encuentro preparado al moribundo y a su familia y entonces sufren más al llegar la muerte.

Ámate y aprende el arte de morir bien a tiempo porque no sabes cuándo ni cómo la parca te visitará.

Date el viernes 28 el regalo de poder ver la muerte de forma positiva y borrar apegos, temores, pendientes, odios y culpas.

Ayúdate con mi nuevo libro 7 Frenos para morir bien y/o asiste a la charla-taller en el Club Campestre el 28 a las 7. Informes: 315 661 8824. ¡Dale ya y no lo aplaces!