Oasis

Los psicólogos y biólogos evolutivos estudian una influencia biológica, intangible pero omnipresente, en el comportamiento humano.

No determina del todo nuestras acciones, pero es un influjo que nos predispone a pensar, sentir y reaccionar de ciertas formas.

Por ejemplo, de manera natural, nos gusta comer grasas y azúcares. Y es que nuestros ancestros se beneficiaban de ello.

El sexo, esa actividad tan repleta de tabúes, clichés y convenciones sociales, tampoco escapa a este influjo biológico.

Somos el resultado de una cadena de ancestros que resolvieron con éxito muchos problemas para reproducirse.

Sí, hemos heredado las estrategias de contacto sexual que ellos usaron además de una potente influencia cultural.

Según un estudio de la Universidad de Michigan, la mujer alcanza su pico de atractivo a los 18 y luego este declina.

En el hombre, el atractivo aumenta con la edad hasta los 50, momento en que también comienza a declinar.