Oasis
Al saludar y al despedir el día creo el hábito de dar gracias sin cesar porque he comprobado que la gratitud trae felicidad.
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10 de dic de 2017, 11:30 p. m.
Actualizado el 19 de may de 2023, 08:32 a. m.
Hoy me amo, confío y tengo presente que la vida está llena de magia y milagros que quizás no percibo cegado por la rutina y el inconformismo.
Respirar es un milagro y caminar es otra maravilla, aunque eso sólo lo aprecie aquel que recupera la vista o sale de una parálisis.
Hay magia en el amor, la ternura, la sonrisa, los niños, la creación, y esos regalos me estremecen si elijo asombrarme.
Valoro tantas bendiciones y pienso en el ciego que sonríe, el lisiado que no se queja y el enfermo que está tranquilo y positivo.
Soy como el obrero que le dice al compañero que se renegaba de su labor: “Da gracias de que tienes trabajo y no estás desempleado”.
Hoy quiero imitar a los Incas que, fascinados con el sol, pensaban que algún día se iba a cansar y tendrían un amanecer con tinieblas y sin luz.
Por eso saludaban cada mañana su llegada con ritos jubilosos, sin acostumbrarse a ese milagro permanente.
Al saludar y al despedir el día creo el hábito de dar gracias sin cesar porque he comprobado que la gratitud trae felicidad.

Conferencista y escritor. Autor de 25 libros, dos de ellos para Mexico. 25 años trabajando medios como prensa, radio y tv. Lleva más de 25 años escribiendo para El País.
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