Oasis
La energía que se siente es linda y la huerta y las flores que cultiva la aumentan con su belleza y variedad.
Es una tarde lluviosa y un chofer me lleva a la casa campesina de Baltasar que desea conversar conmigo.
La energía que se siente es linda y la huerta y las flores que cultiva la aumentan con su belleza y variedad.
Está recostado en su cama con barba corta y blanca, ojos negros, poco cabello, y una mirada serena y penetrante.
- ¿Es cierto que la muerte es un retorno? Me pregunta. Se lo confirmo y él dice: - ¿Y veré a Dios?
- No tengo esa certeza, pero sí la de que te sentirás en unidad total con Él y con los espíritus que encontrarás.
- Asegúreme que no hay juicios, lo dudo, pero a veces eso me asusta. - No. Dios es amor, simplemente tú mismo evaluarás tu vida sin culpas.
- He visto a mi madre. ¿Es real? – Claro, y puede que veas a alguien más. Están ahí para darte tranquilidad.
La charla sigue y Baltasar está ligero de equipaje. Hacemos una meditación y al final irradia paz. Trascendió calmado 27 días después.
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