Golpes blandos a Colombia

El presidente Petro ha calificado como golpes blandos la crítica a sus desaciertos y posibles ilegalidades. La mayoría de los colombianos lo que percibimos son frecuentes golpes blandos, padecidos por el país debido a sus equivocadas decisiones ideologizadas y mesiánicas.

Nombró un gabinete con ministros por fuera del Pacto Histórico. Creó la ilusión que llevaría a cabo un gobierno de coalición. La dicha duró tiempo. Cuando ellos no estuvieron de acuerdo con una de las reformas que presentaría al Congreso, aduciendo razones válidas, los destituyó.

Tomó como bandera la reforma a la salud, un sector bien calificado a nivel internacional, que había aumentado su cobertura de un 25% a un 95% en el lapso de 30 años. Todo es susceptible de mejorarse, pero presentar como solución retrotraernos al seguro social, sistema que en el pasado fue en extremo deficiente y de escaso cubrimiento es un fiasco.

Fue crítico acérrimo de la denominada mermelada como herramienta para ganarse la voluntad de los congresistas de la oposición. Una práctica corrupta, pues antepone el beneficio personal, al beneficio de sus electores. Hoy la practican sus ministros descaradamente.

Cuando tuvo lugar la elección de alcaldes y gobernadores, la opinión pública prefirió a quienes estaban alejados de su gobierno. Su reacción inicial fue la de promover una reunión con los pocos mandatarios cercanos a sus afectos e ignorar al resto. Pretendió beneficiar a las regiones de sus simpatías, modificando ilegalmente el presupuesto aprobado.

El 55% de nuestra economía aún navega en el sector informal, donde no existe salario mínimo, seguro de pensiones, persiste la inestabilidad laboral, en fin, las condiciones de bienestar son paupérrimas. La promesa fue la de mejorar a los más marginados, en cambio, ha propuesto una reforma laboral en beneficio de los formalizados, la oligarquía del sector obrero.

Sin duda, la educación es el sistema más efectivo para promover la equidad y la movilidad social, no obstante, nada se ha presentado para mejorar su calidad. Las mediciones oficiales la califican como mala en el nivel primario y en el bachillerato. Los estudiantes que provienen de colegios públicos son los más rechazados en el ingreso a las universidades. Algunas han optado por establecer cursos de nivelación para poderlos recibir.

Envió una terna para el nuevo fiscal y ha querido que elijan de la propuesta inicial presentada por él rápidamente, vulnerando la independencia de la Corte. Ha promovido plantones ante dicha entidad para forzar la decisión. A pesar de las filmaciones, niega las evidencias, mintiendo.

En varias ocasiones ha promovido el cese al fuego, mientras persiste el ejercicio criminal de la guerrilla. Propuso una paz total, pero ha permitido que continúen los secuestros y el reclutamiento de menores.

Las declaraciones de financiación ilegal de su campaña provinieron de su familia: hijo, hermano y nuera, además de sus allegados, Armando Benedetti y Laura Sarabia, hoy beneficiados con flamantes cargos.

Ha criticado públicamente al sector privado y su codicia, lo cual promovió la desconfianza que desestimuló la inversión. La economía creció menos de lo proyectado y se espera una posible recesión en el 2024.

Lo que se pretende no es removerlo, sino que lleguemos al 2026 lo menos averiados posible.