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¿Quién está mandando?

Hay que hablar de política porque como consideran que estamos en un infierno, nos ‘obligaron’ a ser vigilantes de los ‘salvadores del desastre’. En esa andamos.

13 de agosto de 2018 Por: Gloria H.

Hay que hablar de política porque como consideran que estamos en un infierno, nos ‘obligaron’ a ser vigilantes de los ‘salvadores del desastre’.
En esa andamos. Entonces, hoy por hoy, me impacta el control que está desplegado en el Centro Democrático. Requieren la homogeneidad como garantía de existencia. Es una camisa de fuerza, una cárcel ideológica. Claro, la obediencia servil a un jefe y a lo que él piensa hizo que perdieran la individualidad para convertirse en una masa compacta, o más suave, en un cuerpo unificado.

Como ejército o rebaño, no hay disidencias, no se pueden permitir. Y nadie puede salirse de los patrones establecidos. Lo asocio inmediatamente con esa secta que creció en Chile ‘Colonia Dignidad’, un grupo religioso donde nadie podía ni siquiera atreverse a pensar diferente. La obediencia servil al jefe era absolutamente incondicional y las diferencias llegaron a costarles la vida a quienes se atrevían a salirse del molde.

En eso está el Centro Democrático. Vigilantes de las disidencias. Controladores de actitudes que no coincidan con la secta, perdón, el partido político.

Dos trinos de dos representantes son absolutamente espeluznantes. “Si @vicsaavedraM aceptó el cargo de viceministro de Vivienda se obliga a cumplir con el programa de gobierno de @IvanDuque y su comportamiento estará regido por los pilares del @CeDemocrático bajo el control político de nuestra bancada liderada por @AlvaroUribeVel o renuncia”. Y otro aterrador de la senadora Guerra: “Es desatinado nombrar a @vicsaavedraM. Fue responsable de cartillas de ideología de género lideradas por Gina Parody y rechazadas por las familias colombianas. No basta una hoja de vida sino se comparten principios en los temas de trascendencia”.

Entonces la necesidad de un mundo compacto donde no se permite ninguna opción distinta es indispensable para ellos. No más que eso. De vida o muerte. O están con nosotros o son enemigos. Malos, deshonestos, amenazadores. Este grupo político se basta a sí mismo. ¿Quién les dijo que pensar diferente lo hace a uno malo, incapaz, deshonesto o peligroso?

Una persona joven y ‘limpia’ como el nuevo ministro de Vivienda, Jonathan Malagón, que viene de una pluralidad étnica, que tiene apertura de pensamiento, es descalificado precisamente por eso. No puede permitirse obrar por sí mismo si sus pensamientos no se ajustan al ideario del Centro Democrático.

Hace unos días se volvió a hablar de Cienciología en Colombia. Se cuestionaba la sumisión y obediencia de esta secta a ciertos criterios de sus mentores, donde era imposible salirse del modelo. ¿Ha nacido una nueva Cienciología en Colombia? ¿Estamos frente a un partido político que escogió el camino de la secta (sectarismo) para eliminar la pluralidad? ¿Otra vez las palabras de Duque de gobernar por un pacto nacional significa que debemos pensar como ellos para ser aceptados?

Por eso la pregunta está vigente. ¿Quién manda aquí? Hay muchos poderes y en definitiva no se sabe si es Duque, Uribe, el Centro Democrático el que tiene la batuta. Demasiados directores de orquesta. El Centro Democrático ‘se cree’ dueño del balón (el video congraciándose con Macías es denigrante), con una sobradez agresiva y el jefe dando instrucciones. ¿Son ellos los que dan la pauta o Duque puede obrar ‘solito’?

Sigue en Twitter @revolturas

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