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Equilibrio

Equilibrio, en lenguaje coloquial significa “de aquí y de allá”, término medio,...

12 de enero de 2016 Por: Gloria H.

Equilibrio, en lenguaje coloquial significa “de aquí y de allá”, término medio, “ni tanto que queme al santo ni tampoco que no le alumbre”. El diccionario lo define como estabilización, igualdad, armonía, proporción, contrapeso, simetría, consonancia. ¿Cuál palabra escoge? Independiente de lo que señale, si es claro y preciso que el concepto equilibrio será la conducta que más tendremos que practicar los colombianos. Y no solo porque le convenga al país, sino por nuestra propia salud mental. Isagén, ¿es malo venderlo? ¿Es bueno guardarlo? ¿Santos es un traidor o es un salvador? ¿La selección Colombia es la machera o son una partida de ineptos? ¿El proceso de paz “no sirve para nada” o va a ser la salvación de la patria? ¿Uribe es un demonio o es el “único”. ¿Vamos a tener el peor año de la historia o será el mejor? ¿La economía colapsará o sobrevivirá? Ariadna Gutiérrez, ¿perdió o ganó? Podríamos seguir enumerando acontecimientos o circunstancias que quisiéramos encasillar en buenas o malas, sabiendo que no son ni lo uno ni lo otro. Depende del cristal con que se miren, dependen de la orilla en que nos encontremos. Por eso es tan importante acercarse al equilibrio, el único verdadero puente entre los dos extremos.Vivimos en una época poblada de expresiones tan categóricas como ‘jamás’ o ‘siempre’ y no se habla un lenguaje donde quepan los ‘algunas veces’. Se pasa de un extremo a otro con una frescura descarada. O su jefe no sirve para nada, o es ‘el berraco de guacas’. O su compañero es un guache o es ‘divino’. Su novia o es una santa o una sinverguenza. El mundo de los extremos donde la palabra equilibrio no existe, no registra. Hoy vuela de la felicidad y mañana no levanta cabeza de la depresión. Los niños son insoportables o son angelitos. En su infancia todo era positivo y en la de ahora todo es negativo. O está en la olla o está súper bien. O usted ‘todo lo puede’ o ‘no sirve para nada’. O usted no tiene nada que ver con el asunto o toda la responsabilidad es suya. En esa concepción de mundo sólo hay vivos y bobos, honestos y ladrones, capaces e incapaces, maduros e inmaduros, buenos y malos.Pero, ni hoy todo es censurable, ni ayer todo era perfecto. Los que lo rodean no son tan malos y usted no es tan bueno o viceversa. Toda la culpa no es del vecino y usted no es un ‘ángel sin alas’, ‘reparta’ de aquí y de allá. El mundo no va en blanco y negro. No es cuestión de tener la razón y de creer que existe una sola verdad. Los extremos siempre son deformados, parcializados, por lo tanto mas cercanos al error que al acierto. Para el 2016 son necesarias grandes dosis de equilibrio, porque necesitamos atrevernos a construir una sociedad donde la diferencia sea la base de la convivencia. Hay que crear puentes. Nadie, nadie tendrá toda la razón. Aun cuando no seamos iguales ni en creencias, color, partidos políticos, religión, equipos de futbol, maneras de amar y concebir parejas, en fin, en lo que quiera… Necesitamos apostarle a los cambios aun cuando no sean perfectos. Necesitamos arriesgar, de buena fe, y creer que podemos construir un mundo diferente encontrando un equilibrio. Entre repetir lo mismo y cambiar hay que tomar una decisión. En el medio está la virtud, el equilibrio. ¿Quiere practicar?

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