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Egan, ¿a-normal?

Egan no es “corriente”. Él no es del común por mas razones con los que se quiera entender su triunfo. Ni el barrio, ni la familia, ni la pobreza, ni las necesidades, ni su entusiasmo, ni siquiera su papá o su mamá, sus esfuerzos y trabajos, explicarían porqué es como es.

19 de agosto de 2019 Por: Vicky Perea García

¿Qué es aquello que marca la diferencia entre los seres humanos para lograr que algunos consigan sus objetivos, sean felices, exitosos, brillen, se sientan bien consigo mismos, encajen con sus familias, tengan salud, mientras otros (aun en un mismo hogar) sean drogadictos, fracasados, enfermos mentales, asesinos, desadaptados? ¿Qué es aquello que construye la diversidad?

Cabrían muchas razones, sin embargo en términos espirituales (que no religiosos) se explica la diferencia haciendo alusión a la teoría de la reencarnación (probada dentro de la Ciencia, entre otros, por Ian Stevenson), a la teoría de los mundos paralelos (Física Cuántica), a la evolución de conciencia (que no inteligencia), teoría antiquísima en la que coinciden varios enfoques filosóficos.

Muchas miradas para explicar la diferencia entre los seres humanos que conviven en un mismo presente. Conciencia, alma, esencia personal, chispa divina, energía universal de la que somos partícipes, (el nombre que le asigne), esto nunca desaparece. Por el contrario crece, evoluciona y es aquello que en definitiva marca la diferencia entre unos y otros en el mundo material en el que hoy vivimos.

Por eso Egan Bernal no es “corriente”. Él no es del común por mas razones con los que se quiera entender su triunfo. Ni el barrio, ni la familia, ni la pobreza, ni las necesidades, ni su entusiasmo, ni siquiera su papá o su mamá, sus esfuerzos y trabajos, explicarían porqué es como es. Al oírlo produce una sensación especial: es un hombre “viejo”, como un anciano, lleno de sabiduría, madurez y experiencia, con muchos más de 22 años.

No es iluminado, ni “raro”, pero si diferente. Diríamos entonces que es una persona con un nivel de conciencia superior. Es “anormal” porque se sale de lo normal (¿existe la normalidad?) no encaja en los patrones de “semejante a todos”.

Con personas como él es cuando se marca la diversidad entre seres humanos que no depende de situaciones económicas o materiales. Qué pena, ni siquiera de la educación. El fenómeno Egan va “mas allá”, la respuesta hay que buscarla en explicaciones menos cuantitativas y más cualitativas. El resultado está a otro nivel. Muchos viven situaciones semejantes y no tienen el criterio que este “viejo” hombre expone.

Impacta la coherencia de sus ideas con sus actitudes. No lo marean la fama ni el triunfo. En términos muy banales “ni le quita ni le pone” el Tour de Francia. Sigue siendo el mismo, sabiendo sí que le cambió la vida para los “de afuera” pero no para su entorno y para él mismo.

¿Qué es evolución de conciencia? Es salir del automático, donde se repiten consignas aprendidas desde los ancestros y que los padres y la cultura se empecinan en transmitir como verdades universales. La conciencia es la capacidad de caer en cuenta que tu vida depende de ti, que nadie te hace daño, que el criterio se forma en un continuo aprendizaje donde los errores son parte fundamental del crecimiento.

Tener criterio es tener conciencia. Es tener la capacidad de decir lo tuyo sin imponerlo, respetando la diferencia. Si se aceptan los niveles de conciencia se entiende que todos no somos iguales y cada quien está en el momento y lugar que corresponde. Egan no es común y corriente. Es diferente y por ello su actitud. Qué buen aprendizaje nos entrega.

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