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Parar en seco

“La era de la dominación estúpida y carente de escrúpulos de los humanos sobre la naturaleza podría dar lugar a una súbita mutación que vuelva a hacer de nosotros la más frágil de las especies."

4 de mayo de 2017 Por: Gerardo Quintero

“La era de la dominación estúpida y carente de escrúpulos de los humanos sobre la naturaleza podría dar lugar a una súbita mutación que vuelva a hacer de nosotros la más frágil de las especies. Y ello habrá ocurrido, asombrosamente, gracias a nuestro talento, nuestro saber y nuestra insuperable soberbia, que todo lo quiere subordinar a intereses que ni siquiera son los de nuestra especie, sino sólo de lo peor que hay en ella”.

Así trascurre uno de los apartes de ‘Parar en seco’, la más reciente publicación del escritor William Ospina, que fue lanzada el pasado fin de semana en el marco de la Feria del Libro, en Bogotá. Se trata de un corto, pero contundente ensayo de no más de 60 páginas, en el que Ospina, de manera magistral, hace un recorrido aterrador de lo que estamos haciendo con el planeta.

No es la primera vez que Ospina aborda la tragedia ambiental que poco a poco cobra más y más víctimas. Sin ir más lejos, Mocoa y Manizales son huellas del abuso. En uno de sus libros clásicos, ‘Es tarde para el hombre’, ya el escritor tolimense había puesto el dedo en la llaga y se había asomado a esa tragedia en la que un planeta que durante milenios ha sido el escenario más propicio para la vida se podría convertir en una casa inhóspita, de pieles laceradas y pulmones contaminados.

En un recinto colmado, Ospina advirtió que tal vez ya no baste solamente con tener eso que algunos llaman conciencia ambiental. “Lo que ahora verdaderamente necesitamos es un viraje estructural, que implica un cambio drástico en la manera de vivir. Es indispensable generar otros desarrollos de familia, de Estado”. No dudó en plantear, entre otras cosas, la necesidad de que ese viraje esté dirigido a buscar alternativas limpias de generación de energía y por eso el sol es nuestra gran opción. El astro rey es una fuente inagotable, por lo menos para los próximos 5 mil millones de años. Alemania y Suecia ya han dado los primeros pasos y se abre el interrogante, ¿alguien en Colombia tiene interés en este tema?

Pronto vendrán las elecciones y de seguro que la agenda ambiental, que debería estar en primera fila, no aparecerá en ningún resquicio de los mentirosos programas de gobierno de los candidatos a la presidencia o al congreso. Seguiremos sin norte, apostándole a una economía extractiva y destruyendo lo mejor de nuestro ecosistema. Como dice Ospina, “el mundo no puede ser una bodega de recursos humanos, donde los bosques ahora son sólo recursos madereros. Una mirada tan básica como peligrosa para dejar un mundo arrasado”.

Ya el brillante humanista y naturista Alexander Von Humboldt había advertido, a mediados del Siglo XIX, que la Tierra era un organismo viviente en el que todo depende de todo y en el que no hay movimiento que no tenga su réplica ni fenómeno que no aliente su contrario, es decir, que toda alteración del equilibrio forzosamente producirá consecuencias. Las secuelas ya las estamos viviendo. Ojalá, como lo vaticinó el propio William Ospina, no sea tarde para el hombre.

Sigue en Twitter @Gerardoquinte

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