Columnistas
Familias tóxicas = sociedad tóxica
Cuando hay pendientes suceden hechos tan contundentes en los árboles genealógicos que no se puede hablar de simples coincidencias.
Siga a EL PAÍS en Google Discover y no se pierda las últimas noticias


12 de ago de 2025, 02:49 a. m.
Actualizado el 12 de ago de 2025, 02:49 a. m.
Podemos estar buscando ‘el ahogado río arriba’ y perdiéndonos en una maraña de suposiciones al hablar del mundo en qué vivimos y tratar de explicar ‘cómo somos’. Anne Ancelin Schutzenberger, psicoanalista, escribió en 1988 un texto, ‘Ay mis ancestros’, donde se refiere a las lealtades invisibles para sustentar la importancia del árbol genealógico en la construcción de la personalidad. Entonces no solo somos biología y cultura contemporánea. La teoría transgeneracional describe la importancia de conocer la historia (y secretos) de nuestros antepasados porque también contribuyen en la formación de lo que somos.
La popular teoría de las Constelaciones Familiares ha difundido al máximo la necesidad de conocer nuestra historia familiar precisamente para empezar a sanar el presente. Con el peso de los pendientes familiares no hay opciones de tener una vida tranquila. Lo paradójico es que dificultades del hoy se sanan mirando para atrás. No se cambia el pasado, pero se toma conciencia de este y se libera la carga. Cuando hay pendientes suceden hechos tan contundentes en los árboles genealógicos que no se puede hablar de simples coincidencias.
En todas las familias hay historias fuertes, truculentas, pendientes, dolorosas, trágicas. Hoy, arrastramos ese pasado y nuestro comportamiento está manejado por hilos invisibles, el famoso campo mórfico, que debemos indagar. Entonces hay que empezar por desmitificar a la familia.
Los psicólogos escuchamos historias que parecen imposibles de creer… es en familia donde se suceden las principales tragedias, cubiertas con un ropaje peligrosísimo: el afecto. A nombre del amor, en familia, pareciera que hay licencia de hacer lo que se me dé la gana, ser el dueño y controlador de todo, manipular, chantajear, seducir, preferir.
La familia, para la autoridad (y la jerarquía) se convierte en el laboratorio de práctica de muchas de las violencias, abusos y agresiones que se observan en el mundo laboral, social o político. ¿Dónde aprendemos lo bueno y lo malo? ¿Dónde practicamos el abuso y el atropello? ¿Dónde aprendemos a confiar o a defendernos? ¿Dónde aprendemos a amar o rivalizar? ¿Dónde se vivencian traiciones, mentiras, engaños, injusticias? ¿Dónde se aprende de sexualidad así no se diga ni una palabra sobre el tema?
Es la familia idealizada hasta el punto de verla perfecta, la que posiblemente no nos deja ver el monstruo de sociedad en que vivimos. Creerla impecable evita revisarla por ello es necesario intentar crear opciones de autonomía e independencia para que en definitiva sea la conciencia la guía adecuada para el comportamiento respetuoso. A nombre del afecto se cometen los mayores atropellos que tal vez con un extraño ni nos atreveríamos… pero con un hijo: “bueno es mi hijo y puedo hacer con él lo que me dé la gana…”
Una sociedad tóxica es el resultado de familias tóxicas. Los cobros y facturas afectivas destruyen la autoestima de cualquiera. Los sacrificios, las victimizaciones, las comparaciones, las preferencias… Allí están. Una de las mayores mentiras de la cultura es pregonar que a ‘los hijos se los quiere por igual’. De ese engaño, de esa ‘mentira piadosa’ se desprenden cualquier cantidad de comportamientos que se practican ‘fuera de casa’, pero con el sello indeleble y perverso de la ‘familia bonita’. En cualquier escenario ‘público’ se descarga el ‘guardado’ de la historia familiar. ¿Por dónde empezamos?

Psicóloga, conferencista de temas de pareja, cambio y espiritualidad. Licenciada en Letras. Directora de los programa de televisión Revolturas, Despertar de la Conciencia en el Canal 14, y "Consultándole a GloriaH" en el Canal 2 en Cali. Colaboradora habitual de la radio en Oye Cali, El corrillo de Mao . En 2009, ganó el premio Rodrigo Lloreda Caicedo a la mejor columna de opinión en El País. Autora de los libros Hablemos del Amor , "Amarte no es tan fácil" y Dónde esta mi papá´.
6024455000





