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Todo lo que Vargas Llosa dice de la pintura y el arte...

10 de mayo de 2012 Por: Benjamin Barney Caldas

Todo lo que Vargas Llosa dice de la pintura y el arte en general, es perfectamente aplicable, y con mayores razones aún, a la arquitectura, la que sorprendentemente apenas menciona una vez, en la página 185, en su nuevo libro, La civilización del espectáculo, 2012. Principiando por la democratización no sólo de la cultura, de la que él habla, sino de la arquitectura que reemplazó a la antiquísima edilicia, como la llamaba Bruno Zevi, y que produjo las más bellas y buenas ciudades en todo el mundo, pues la arquitectura se reservaba para templos, tumbas, castillos y palacios. E igual que en la cultura, comenzamos hace más de medio siglo a privilegiar la cantidad a expensas de la calidad, “espíritu de nuestro tiempo” como lo llamaba Ortega y Gasset, al que rendimos pleitesía cada día más, y para peor de males el precio pasó a confundirse con el valor de las obras de arte… y de la arquitectura,  confusión provocada por el capitalismo y el esnobismo.Y por supuesto, como dice Vargas Llosa, en “la civilización del espectáculo, el cómico es el rey” como representante de la ínfima vigencia que hoy tienen el pensamiento y las ideas “pues vivimos en la primacía de las imágenes”, y se “privilegia el ingenio sobre la inteligencia, las imágenes sobre las ideas”. A partir de Marcel Duchamp, de quien por otra parte piensa Vargas Llosa que era un genio, sin duda cambiaron los patrones del arte occidental, y la “noción misma de belleza está tan desacreditada como la clásica idea de cultura”. Y unas décadas después, a partir del ‘posmodernismo’ generado por la vulgarización y empobrecimiento de la Arquitectura Moderna, un (supuesto) arte reemplazó una técnica, cada vez mas compleja, pero “no obra de mujeres y hombres cultos sino de especialistas”, y la impunidad de las imágenes se apoderó de la arquitectura profesional. Mientras “las letras y las artes se renuevan pero no progresan”, y “no aniquilan su pasado”, como acertadamente observa Vargas Llosa, lo mismo que la arquitectura y por eso los mejores edificios también “siguen enriqueciendo a las nuevas generaciones y evolucionando con ellas”, independientemente de que la arquitectura en tanto técnica sí progresa.De otro lado, asimismo en arquitectura “la teoría, es decir la interpretación, llegó a sustituir en muchos casos a la obra misma, a convertirse en su razón de ser, usando el lenguaje más abstruso y falazmente científico”, como nos recuerda Vargas Losa que lo había planteado Jean-François Revel en  ¿Pourquoi des philosophes?  Consecuentemente, continúa Vargas Llosa, “la popularidad y el éxito se conquistan no tanto por la inteligencia y la probidad como por la demagogia y el talento histriónico”, pues “el valor supremo es ahora divertirse y divertir”. Y el problema más grave es que mientras los espectáculos pasan los edificios quedan; quizás por eso Vargas Losa no dijo nada de ellos, y justamente es la razón por la que la Fiscalía del Tribunal de Cuentas de la región de Venecia ha pedido al arquitecto Santiago Calatrava y a su equipo una compensación de 3,4 millones de euros por «daños al erario público» por errores en la construcción del puente sobre el Gran Canal...”. (Boletín de arquitectura Nº347 del 13/04/2012 ).

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