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¡Qué desfachatez!

Resulta insólito e incomprensible que a unos senadores con mucha iniciativa se les haya ocurrido proponer la creación de 12 curules más en esa corporación, con lo cual llegaríamos a 120 integrantes.

1 de diciembre de 2020 Por: Ernesto De Lima

Resulta insólito e incomprensible que a unos senadores con mucha iniciativa se les haya ocurrido proponer la creación de 12 curules más en esa corporación, con lo cual llegaríamos a 120 integrantes. El pretexto es darle representación a los seis departamentos que no la tienen.

Se olvidan que Colombia ya tiene 108 senadores, ocho más que los Estados Unidos, país con más de trescientos millones de habitantes y cuyo PIB es más de setenta veces el nuestro. Y que la pandemia del Covid-19 ha impactado fuertemente las finanzas de nuestra Nación, por lo cual tenemos que ser austeros y gastar los escasos recursos exclusivamente en todo lo necesario para reducir los altos niveles de pobreza que nos generó, reactivando la economía para que se puedan recuperar los miles de empleos perdidos.

La mayoría de los políticos nunca han tenido que ‘pedalear’ para sacar adelante una empresa, ni para pagar una nómina, pero en cambio sí son muy hábiles para aumentarse anualmente sus jugosos salarios y demás prebendas de las que gozan, siempre por encima de la inflación.
Parecería que les importa un comino gastarse los impuestos que pagamos los contribuyentes, como si la fuente de los mismos fuere inagotable.

Nadie podría discutir el muy loable propósito de darle representación en el Senado de la República a los seis departamentos que hoy no la tienen allí. Pero eso no se debe hacer aumentando el número de senadores, sino por el contrario reduciéndolo a un máximo de 64, garantizándole a todos los treinta y dos departamentos que conforman a Colombia a elegir por derecho propio al menos un senador, lo que sumaría 32 curules y las otras 32 sí serían para ser elegidas bajo el Sistema de Circunscripción Nacional. Así se llegaría a la cifra sugerida.

Afortunadamente, hasta ahora esa costosa e innecesaria propuesta no ha recibido los votos suficientes para ser aprobada. No obstante, conociendo lo acuciosos que son los proponentes de la misma, no sería nada raro que continuaran intentando tratar de volverla realidad.

Por lo anterior, el único de los referendos que vienen proponiendo varios líderes políticos que más o menos me atrae es el que tiene la autoría del expresidente Álvaro Uribe, en la parte relacionada con la reducción de las dos demasiado grandes y burocratizadas cámaras que hoy tiene nuestro país.

Así mismo el Gobierno Nacional debería estudiar la conveniencia de reducir el número de ministerios, que ya suman 18, número que parece exageradamente excesivo. Comparándonos nuevamente con Estados Unidos, sobra decir que su gobierno solo tiene 14 Secretarías de Estado que allá equivalen a nuestros Ministerios.

Como lo mencioné en un artículo anterior, usualmente un ministro devenga un salario muy superior al que tenían los dirigentes de entidades como Colcultura o Coldeportes, organismos que anteriormente desarrollaban las funciones que actualmente realizan los ministerios que las reemplazaron. Además, cada uno de esos nuevos ministerios debe contar con costosos esquemas de seguridad, incluyendo escoltas, vehículos blindados, y un importante número de colaboradores, cuando no de viceministros.

Señores congresistas, cuidado con los dineros públicos. La consigna de ahora debería ser restringir los gastos improductivos para recuperar la economía y reducir los niveles de pobreza que padece Colombia.