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Crece el déficit comercial
En efecto, el hueco de la cuenta corriente de la balanza de pagos (que reúne todas las transacciones de bienes y servicios con el exterior, así como las remesas) bajó de un máximo histórico de 20.800 millones de dólares en 2022 a 7300 millones el año pasado.
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26 de oct de 2025, 12:09 a. m.
Actualizado el 26 de oct de 2025, 12:09 a. m.
Cuando creíamos que Colombia iba en un camino sostenido de reducción de su déficit externo, las cifras más recientes muestran lo contrario: un aumento progresivo de ese déficit, en particular en lo que se refiere al comercio de bienes. Y no es por las amenazas ni los aranceles de Trump.
En efecto, el hueco de la cuenta corriente de la balanza de pagos (que reúne todas las transacciones de bienes y servicios con el exterior, así como las remesas) bajó de un máximo histórico de 20.800 millones de dólares en 2022 a 7300 millones el año pasado. Una impresionante caída del 65 %. En relación con el tamaño de la economía, la reducción también fue significativa, porque ese déficit pasó del 6,2 % al 1,8 % del PIB; sin embargo, para el primer semestre de este año ya había vuelto a subir a 2,2 % del PIB
Mirando solo las exportaciones e importaciones de bienes, la balanza comercial fue negativa en USD 14.600 millones en 2022 y la reducción hasta el año pasado fue menor, solo 25 %. En lo corrido del año hasta agosto tuvo un aumento anual del 54 %, y si continúa esa tendencia puede alcanzar un monto superior a los USD 16.000 millones, que sería el déficit comercial más grande de toda la historia del país.
La razón principal de este deterioro es el gran aumento de las importaciones -4200 millones hasta agosto-, con el agravante de que el mayor incremento ha sido en bienes de consumo (19 %), mientras que los de bienes de capital solo han crecido 3 %. No estamos importando para producir más, sino en detrimento de los bienes producidos en el país.
Por el lado de las exportaciones, ha habido un golpe por la caída del precio del petróleo, que en un año bajó de un promedio de 85 a 70 dólares por barril, pero esta ha sido compensada por el aumento de los precios del café y el buen desempeño de las exportaciones no tradicionales, de manera que el total va a ser similar al del año pasado.
Lo que está cambiando de manera sustancial son nuestros socios comerciales, es decir, el destino de nuestras exportaciones y el origen de las importaciones. En cuanto a las primeras, Estados Unidos ha incrementado su participación del 26,5 % al 30 % en los últimos cinco años; después vienen el conjunto de países latinoamericanos que se han mantenido alrededor del 25 % y la Unión Europea, que ha subido del 10 % al 12,8 %. El caso preocupante son las ventas a China, que han bajado USD 2000 millones, pasando del 8,8 % al 3,2 % del total.
Lo más grave del comercio con China es que al mismo tiempo han subido las importaciones desde este país, que, de USD 13.000 millones en 2021, este año podrían llegar a unos USD 18.000 millones. Por eso el déficit comercial con el gigante asiático puede llegar a los USD 16.000 millones.
Las confusas e inexplicables políticas gringas de aranceles han llevado a China a inundar con sus productos al resto del mundo, pero también a diversificar sus países proveedores, como lo está haciendo con la soya argentina. Colombia debe protegerse de lo primero con medidas antidumplg, pero sobre todo adelantar una agresiva política de estímulo a las exportaciones para incrementar nuestras ventas a ese país, y diversificarlas, pues hasta ahora han sido principalmente de combustibles.
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