¿Habrá resurrección para Deportivo Cali?
La B no es la única amenaza del equipo, del que algunos piensan que podría desaparecer.
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8 de abr de 2023, 11:25 p. m.
Actualizado el 18 de may de 2023, 03:06 a. m.
Dicen algunos que el grave problema del Deportivo Cali no es que se vaya a la B, porque en Primera o Segunda, el equipo va a desaparecer, debido a la crisis financiera que lo agobia.
El propio presidente, Luis Fernando Mena, ha admitido que esa es una posibilidad no lejana, y que por eso urge el dinero de uno o varios inversionistas que salven la institución, cuya deuda asciende a los 105 mil millones de pesos, y en la que los intereses les ganan el pulso a los esfuerzos hechos por los directivos para no aumentar los gastos.
En ese escenario, daría lo mismo que el Cali compitiera en la A o en la B. Inclusive, algunos ya rumorean que lo mejor es que el equipo descienda para sanear sus finanzas. Nunca he entendido esa fórmula. Se decía lo mismo con el América, que el equipo estuvo cinco años en la B porque le convenía. Que alguien vuelva y me explique, porque sigo sin entender. Los rojos permanecieron todo ese tiempo en Segunda, sencillamente porque no eran capaces de regresar a la Primera División. Y fue con el dinero de Tulio Gómez y la contratación de un técnico experimentado y de jugadores comprometidos que los Diablos pudieron salir del infierno.
Trasladando esas condiciones al Cali, lo que está claro es que el equipo tiene un técnico experimentado y ganador —y hasta mundialista— como Jorge Luis Pinto. Jugadores comprometidos, también. El propio Pinto lo dijo esta semana: “todos corren, todos meten, y si alguien no lo hiciera, no estaría aquí”. Lo que sí me genera dudas es cuántos de ellos son capaces. Porque no basta querer. Hay que poder. Y siento que allí hay jugadores a los que la camiseta del Cali les queda grande. La competencia en el fútbol no es solo con los pies, la mentalidad también juega, y más en estos casos cuando la presión no debe ser superior a las capacidades del plantel. Y del dinero, pues la situación es bastante clara, no hay un solo peso.
Me dolió, como hincha del fútbol, ver y escuchar a Pinto en la rueda de prensa esta semana en Pance, cuando la tristeza, la angustia y la impotencia del técnico se evidenciaron en las lágrimas que soltó frente a los periodistas. Traumática la escena. Pinto asumió con total voluntad cargar esta pesada cruz que trae el Cali desde el año pasado, pero no querrá, por ningún motivo, quedar marcado con el ‘inri’ del descenso.
La B es un infierno en Colombia. Y no veo cómo esa pueda ser una opción de alivio para las finanzas del Cali en aras de que la institución no desaparezca. Siempre, considero, será más propicio el escenario en busca de ese objetivo, si el Cali se mantiene en Primera.
No me gusta que los equipos grandes caigan a la B. Claro, si los resultados lo determinan, pues allá tendrán que ir. Pero en esta ciudad, los dos equipos principales, Cali y América, se necesitan para ser mejores, para vivir el clásico un domingo, para que el uno se vea en el espejo del otro y compitan con juego limpio. Mientras América estuvo en la B, el Cali no fue protagonista de la Liga. No ganó un solo campeonato en esos cinco años. El fútbol es como la vida, se necesitan antagonistas para existir y superar los retos.
Escribo esta columna antes del partido de anoche en Palmaseca entre Cali y La Equidad. Espero que los Azucareros hayan ganado y comiencen a escribir otra historia. Eso, en lo deportivo. Y en cuanto a las finanzas, espero que los hinchas verdiblancos entiendan, absolutamente todos, que es hora de actuar sin egos ni mezquindades para encontrar el camino que atraiga uno o varios inversionistas, porque la institución, se sabe, está en peligro, y la B no es su única amenaza.

Soy comunicador social y periodista. <br/> <br/> Trabajo como editor de deportes del diario El País. También soy profesor de la Universidad Autónoma de Occidente. Nací en Cali, la mejor ciudad que conozco para vivir. Soy casado y padre de un hijo. Además del deporte, soy aficionado a la fiesta taurina. Colecciono películas, documentales y conciertos musicales en DVD. Soy seguidor de Rubén Blades y The Beatles. Siento frustración por no haber terminado la carrera de literatura, pero vivo feliz ejerciendo el periodismo. Y quiero compartir con usted, a través de este espacio, las reflexiones propias de un ciudadano más.
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