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La política barata

El lunes de la semana pasada, a punto de subirme a un avión y con los zapatos llenos de mugre gracias al piso sin terminar del Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, pensé con cierto grado de ilusión que en dos días que faltaban para la inauguración oficial de la obra de modernización, el constructor haría un esfuerzo sobrehumano y terminaría todo lo que faltaba.

16 de marzo de 2017 Por: Carlina Toledo Patterson

El lunes de la semana pasada, a punto de subirme a un avión y con los zapatos llenos de mugre gracias al piso sin terminar del Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, pensé con cierto grado de ilusión que en dos días que faltaban para la inauguración oficial de la obra de modernización, el constructor haría un esfuerzo sobrehumano y terminaría todo lo que faltaba.

Regresé el viernes en la tarde. Llegué al mismo terminal internacional de toda la vida, al mismo mugrero de los últimos dos años y con la frustración de saber que Germán Vargas Lleras sí vino a cortar la cinta de una obra, sí vino a tomarse la foto para la posteridad, pero lo hizo dejándonos una obra inconclusa. Gran frustración la mía al ver que por más escándalos y polémicas que surgen en este país, en el fondo la política barata es la que prevalece.

En efecto, Germán Vargas se dedicó durante estas últimas semanas a inaugurar obras en todos los rincones de Colombia. Está en todo su derecho porque indiscutiblemente fue el gestor de un cambio sustancial en la infraestructura vial, la vivienda de interés social y el acceso a agua potable en el país, cosa que nos beneficia como sociedad. Sin embargo, quien más se benefició fue él, quien sin ningún reparo y de manera bastante abierta, utilizó el cargo de Vicepresidente y los 48 billones de pesos concomitantes, para posicionarse como el ejecutor eficiente a quien el país presuntamente necesita.

Después de la tristeza inicial que me produjo el ‘nuevo’ aeropuerto, la pregunta evidente era, ¿con cuántas obras más habrá sucedido lo mismo y también cuántas prometió pero no cumplió por una u otra razón? El portal lafm.com.co publicó un artículo al respecto con el título “Qué le habría faltado a Vargas Lleras” y hace un recuento de ello departamento por departamento.

En el informe claramente hay unos casos que presentan inconvenientes que (creemos) son ajenos a la función de quien era Vicepresidente- como todo lo que está suspendido por los escándalos de sobornos de la multinacional Odebrecht-, pero otros sí dejan amargos sinsabores. Por ejemplo las 720 casas y apartamentos sin agua que se caen a pedazos en la Ciudadela Real del Caribe; el anillo vial de Crespo también inaugurado mas no concluido; o la transversal del Libertador en Huila con un avance del 100%, pero colapsada porque un puente mal planificado se cayó por un derrumbe. En fin, la lista es la larga y es mejor que lean el artículo.

En últimas la molestia es por el estilo de hacer política jugando con las ilusiones y los sueños de las personas. Un estilo que seguramente es el que nos espera en el momento en el cual Germán Vargas oficialice su candidatura. Será una apuesta arriesgada, porque sus indicadores desfavorables parecieran vislumbrar que muchos ya no tragan entero. Eso de estar entregando algunas viviendas que se despedazan y un aeropuerto sin piso y sin los terminales concluidos parece que cansó.

A eso que considero ordinarieces de la política, habría que sumarle una personalidad compleja, una manera de tratar a otros seres humanos todavía más compleja y un partido político en la mira del huracán por haber dado avales a personas poco honorables que nunca han debido ejercer cargos públicos. En conclusión, mientras muchos aplaudían al gran ejecutor el miércoles, yo pensaba que esto es el comienzo de un año de mucha política barata.

Sigue en Twitter @CarlinaToledoP