Bautismo de conversión
El Adviento es un tiempo para preparar los corazones a la venida del Señor en la Navidad. Pero, ¿por qué y cómo hemos de preparar los corazones?
Siga a EL PAÍS en Google Discover y no se pierda las últimas noticias
9 de dic de 2018, 06:10 a. m.
Actualizado el 19 de may de 2023, 07:55 a. m.
El Adviento es un tiempo para preparar los corazones a la venida del Señor en la Navidad. Pero, ¿por qué y cómo hemos de preparar los corazones? Los seres humanos somos personas que necesitamos recordar, la memoria nos hace dinámicos, le da sentido al hoy y nos permite proyectar el futuro. Es muy triste cuando se pierde la memoria, porque se pierde la identidad. Todos conocemos personas con Alzheimer y las consecuencias de esta enfermedad.
La liturgia, en la Iglesia católica, mantiene viva la memoria de nuestra salvación y nos permite actualizar esos misterios divinos del amor de Dios para con nosotros.
San Lucas nos precisa el tiempo en que comenzó Juan el bautista a predicar, al decirnos que en el año quince del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato, gobernador de Judea, Herodes, Felipe su hermano y Lisinias, cada uno gobernador de una de las cuatro partes en que estaba dividida esa región, que las llamaban tetrarquías, y Anás y Caifás sumos sacerdotes por entonces.
Esto enfatiza un momento preciso en la historia tanto desde el ámbito civil como religioso.
Juan predica un bautismo de conversión: bautizar es una expresión similar a lavar o purificar.
Está invitando a que cada persona pueda quedar limpia convirtiéndose, cambiando de mentalidad, y enderezando los caminos.
Este tiempo nos ayuda a rectificar todo lo que a lo largo del año se ha ido torciendo, o no ha ido bien en nuestro comportamiento. Es un tiempo para preparar el camino al Señor si queremos que Él nos salve. Bautismo para el perdón de los pecados.
Que esta semana abajemos el orgullo, rellenemos los vacíos dejados por el egoísmo y nos preocupemos más por los demás que por nosotros mismos.
Permitámonos la alegría de obrar con rectitud y de dar generosamente.
Mensaje escrito por el Arzobispo de Cali y sus obispos auxiliares para los lectores de El País.
6024455000