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En Cali es hora de los ciudadanos

En el 2019 se registrarán unas elecciones particularmente importantes para la ciudad. Será el momento de escoger un nuevo alcalde y renovar el Concejo.

6 de enero de 2019 Por: Antonio de Roux

En el 2019 se registrarán unas elecciones particularmente importantes para la ciudad. Será el momento de escoger un nuevo alcalde y renovar el Concejo. El proceso tendrá lugar cuando venimos de dos administraciones que se esforzaron por poner la casa en orden y organizar las finanzas locales, sin dejar de atender las exigencias registradas en el campo social.

Pero a partir de los logros obtenidos corresponde afrontar a fondo ciertos retos de cuya solución dependerá que avancemos por el camino del desarrollo sostenido, o pavimentemos el porvenir de pobreza y desesperanza.

El instrumento principal para materializar las soluciones que Cali necesita es el Plan de Desarrollo, el cual tendrá que tramitarse ante el Concejo durante los primeros meses del próximo período. Sin embargo, el Plan solo producirá impacto positivo en tanto responda a una visión compartida por los habitantes con relación a su ciudad, sus desafíos y las soluciones requeridas.

La visión sobre Cali debe contener soluciones, algunas ya avanzadas por el actual gobierno municipal, a temas bastante complejos como son entre otros la creación de oportunidades de empleo, ingresos e inclusión social; la depuración y profesionalización del servicio civil local; el desarrollo de la ley que crea el distrito especial; la conformación del área metropolitana; la solución de largo plazo al abastecimiento de agua potable; la movilidad y el transporte colectivo sostenibles; la revisión del Plan de Ordenamiento Territorial -POT; la oferta de educación de calidad, y el salvamento medio ambiental que incluye arborización, manejo de cuencas, protección de parques naturales, control de invasiones, etc.

Una agenda que contenga elementos ambiciosos como los referidos, tiene que ser gestionada por un alcalde cuyas condiciones personales y profesionales sean las mejores. Hablamos de alguien que además disponga de llegada directa a los altos círculos del poder central y conocimientos sobre procesos surtidos en urbes que lograron profundas transformaciones en busca del desarrollo.

Además se requiere de una junta directiva o Concejo ejemplar en el más completo sentido del término. Individuos que unan a su condición profesional un compromiso a toda prueba con los intereses colectivos, siendo capaces de ignorar las conveniencias personales y partidistas.
Pensará amigo lector que lo último es difícil de conseguir, y no le falta razón. Máxime cuando hay evidencias sobre las presiones de ciertos concejales y jefes políticos quienes en época pre electoral y buscando ventajas indebidas, exigen cuotas burocráticas y contratos de prestación de servicios personales (PS). Los ‘beneficiados’ con estos nombramientos espurios quedan obligados a aportar votos y dinero para las campañas de sus mal llamados ‘líderes’.

El asunto sin embargo puede cambiar para bien, siempre que se den dos condiciones. La primera es que las dependencias encargadas de la contratación rechacen aquellas presiones ilegítimas y sean consecuentes con el pensamiento del alcalde Armitage, comprometido en fortalecer la democracia local. La segunda condición para transformar las cosas consiste en que los ciudadanos nos sacudamos y votemos por cualificar el Concejo. Es cuestión de apoyar candidatos renovadores, capaces y honestos.

Sigue en Twitter @antoderoux