La Rusia de Putin

Los colombianos que fueron el año pasado a la Copa Mundial a Rusia quedaron maravillados con San Petersburgo, que hoy en día es quizá la ciudad que ha logrado con más éxito revivir el esplendor de las cortes europeas de siglos pasados. El palacio de Peterhof, residencia de verano de Pedro el Grande, es una fantasía de jardines y fuentes danzarinas con estatuas doradas para muchos excesivamente barroca. Las Iglesias ruso ortodoxas han florecido, ya no como museos o salas de concierto sino lugares de oración y recogimiento. Estas iglesias en su interior están cubiertas con frescos de los mejores pintores de la época ilustrando los evangelios como una forma de transmitir la fe para una población que no sabía ni leer ni escribir, una misa puede durar hasta 3 horas, son misas cantadas a capela, sin ningún acompañamiento musical.

Para los que conocieron la Unión Soviética, el cambio es radical, no por que ahora sea un país capitalista pues lo es apenas a medias, los rusos a diferencia de los norteamericanos no tienen espíritu empresarial y la gente prefiere vivir del rebusque así como nosotros los colombianos. Se habla mucho de los 30 millones de muertos de la guerra como si hubiera sido ayer y la fiesta patria ya no es la de la Revolución de Octubre sino el día en que se terminó la gran confrontación. Hay cambio de guardia en la tumba del soldado desconocido y este atrae más público que la visita al féretro de Lenin. Los cementerios son obras de arte y el de Moscú donde están enterrados Brézhnev y Nikita Jruschov es un sitio a visitar. Gorvachov aún está vivo reconocido por ser el ideólogo de la perestroika y el glásnost. Stalin es el gran villano y a Lenin poco lo mencionan, pues en la era de Putin y la Iglesia Ortodoxa que canonizó al Zar Nicolás ll, Lenin fue el autor intelectual del asesinato de la familia real en aquella Revolución de Octubre.

Los rusos han endiosado a Putin, creen en el como un nuevo padre que ha mejorado su calidad de vida. Rusia ha vuelto a ser respetada mundialmente como poderío militar. Putin Lleva 20 años en el poder y le faltan aún seis mas. No parece tener el sol a las espaldas aunque los millennials no votarían por el y un millón de jóvenes rusos educados ha dejado el país para trabajar en el Occidente. Los rusos no creen en el maquiavelismo de Putin al poner en jaque a la Unión Europea con la manipulación del Brexit ni tampoco en haber sido artífice de la derrota de Hillary Clinton en las pasadas elecciones de los Estados Unidos.

Los rusos de hoy en día así como los soviéticos del ayer no sonríen, el suicidio es una forma reconocida de acabar con la desdicha, así como el alcoholismo y los largos inviernos y las pocas horas de luz hacen que los rusos así como su literatura lleven la tragedia como parte de sus vidas.
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