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Subsiste la incertidumbre

En el programa de gobierno del Pacto Histórico se contempla la creación de un nuevo ministerio, aumentar el gasto público, recuperar competencia de funciones que actualmente están en manos del sector privado, en concreto robustecer el Estado.

5 de julio de 2022 Por: Alfredo Carvajal Sinisterra

El presidente Petro ha actuado consiente de que debe tranquilizar la opinión pública y los mercados. Ha propuesto un acuerdo nacional. En su búsqueda se ha entrevistado con los dirigentes de las distintas corrientes políticas. El encuentro con Álvaro Uribe, su tradicional oponente en el Senado y jefe del partido del gobierno, al cual criticó agresivamente durante su campaña, fue muy significativo, al igual que las declaraciones posteriores del expresidente: sobresalió el patriotismo, la ponderación, la cordura, un bálsamo para la polarización.

Como mencioné en mi anterior columna, sus declaraciones cuando se conoció el resultado de la votación, fueron conciliatorias. El resultado fue muy parejo, ganó por estrecho margen, estamos divididos en dos mitades. Se requiere mucha madurez y tolerancia para gobernar. Aún somos un país muy presidencialista y centralista.

El mapa muestra claramente en dónde ganó Petro y se manifestó la inconformidad. La periferia está habitada por una ciudadanía que no se siente adecuadamente representada, en donde se asienta la subversión, el narcotráfico y la mayor pobreza, en donde el Estado brilla por su ausencia, excepto las Fuerzas Armadas que luchan contra el crimen.

En el programa de gobierno del Pacto Histórico se contempla la creación de un nuevo ministerio, aumentar el gasto público, recuperar competencia de funciones que actualmente están en manos del sector privado, en concreto robustecer el Estado. Lo anterior demanda aumentar los recursos y por consiguiente la tributación.
Infortunadamente esta tendencia concentrará más bienestar en Bogotá y profundizará las actuales diferencias económicas y de servicios con la periferia, en especial con los más alejados de la capital. Ampliará la fronda burocrática y los contratos, crecerá la frontera de la posible corrupción, tema destacado durante la campaña.

Aún subsisten muchas incógnitas de cómo será la reforma tributaria. ¿Se reestablecerá de impuesto al patrimonio?, un tributo que desincentiva el ahorro y los proyectos de largo aliento. ¿Cuál será el impuesto a las empresas?, se habla de pequeñas y grandes. ¿Cómo se definirá su tamaño? ¿La diferencia será gradual o binaria? ¿Cuál será la curva que se establecerá para incrementar el impuesto a las rentas de capital? ¿Cómo se modificará el tema de las pensiones? ¿Se nacionalizarán las EPS? No se ha definido la gradualidad para disminuir la exploración petrolera, lo cual afectará el precio de los combustibles, los plásticos y el gas domiciliario.

Existen temas muy sensibles para el devenir económico y social del país que están siendo considerados para ser modificados, como los anteriormente mencionados. Hasta que no se concreten como proyectos de ley, en blanco y negro, no conviene opinar, hacerlo es especular.

La economía del país y el empleo se encuentran en alza, conservar esta senda es fundamental para el éxito del nuevo gobierno y para los colombianos. También es básico para poder luchar contra la inequidad y disminuir las brechas económicas y en especial las de las oportunidades.
Como lo mencionó Petro, se requiere crecer económicamente para poder distribuir con equidad. Un postulado de Mariana Mazzucato la economista admirada por él, según la entrevista que le concedió a Daniel Coronell. ¿Será posible?