Elección definitiva
Hoy los gobiernos de extrema derecha o izquierda se escudan en que son una democracia porque representan al pueblo. Para justificarlo realizan elecciones amañadas,...
Siga a EL PAÍS en Google Discover y no se pierda las últimas noticias

7 de jun de 2022, 11:50 p. m.
Actualizado el 18 de may de 2023, 04:48 a. m.
En esta elección presidencial final definimos el sistema de gobierno que nos va a regir en el futuro. El gobierno democrático tiene varias interpretaciones. Con el tiempo y las circunstancias políticas su significado se ha convertido cada vez más confuso, depende de las conveniencias de los gobernantes. Hasta Nicolás Maduro y Daniel Ortega definen sus regímenes como democracias. En la época de la Unión Soviética, la Alemania autocrática se denominada Alemania Democrática. ¡Qué ironía! Se tuvo que construir un muro en Berlín para contener la horda de emigrantes que huían de la represión.
La historia de la democracia (poder del pueblo) se remonta al Siglo VI en Atenas. Las decisiones se tomaban en asambleas de ‘ciudadanos’. Las mujeres, los esclavos y los extranjeros no eran considerados ciudadanos. Más recientemente en el Siglo XVI los ingleses, para limitar el poder del rey, establecieron un parlamento que evolucionó hasta hoy, constituido por dos cámaras. Fue un proceso largo y lento.
Otro hito de la democracia fue la constitución de los EE.UU. del mes de junio de 1787, ratificada en 1788, previo a la Revolución Francesa. En su redacción se definió claramente la división de los tres poderes, el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Yo añadiría dos condiciones más, para tener una verdadera democracia liberal, ambas contempladas en la constitución estadunidense, la libertad de opinión y la alternancia, esta última acogida posteriormente.
Hoy los gobiernos de extrema derecha o izquierda se escudan en que son una democracia porque representan al pueblo. Para justificarlo realizan elecciones amañadas, utilizo este calificativo en razón de que ni la autoridad electoral, ni la Justicia, ni el poder Legislativo son independientes, los controla el dictador. Además, se apoderan de los medios de comunicaciones y crean escudos para las redes sociales.
La democracia liberal, como la nuestra, fue calificada por Winston Churchill, como “el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre. Con excepción de todos los demás”. Permite el cambio propuesto por la opinión mayoritaria, no el forzoso impuesto por el dictador.
Colombia no ha sido una excepción, diría que todas las democracias son imperfectas. Una sociedad constituida por seres humanos no solo se rige por leyes o normas, está sujeta a las veleidades de las personas, sus sentimientos, sus pasiones, sus afectos y hostilidades. La diferencia con las autocracias es que en última instancia se respetan las normas y la separación de los poderes establecida en la constitución. Prevalece la libertad y el derecho de la propiedad privada.
El Pacto Histórico pretende un cambio radical, así lo han afirmado. Se inspira en un radicalismo mesiánico. El Polo ‘Democrático’ es uno de sus pilares. Petro navega según las conveniencias políticas, su finalidad prioritaria es lograr el poder, manifiesta que la historia del país se iniciaría con su mandato. Pretende cortar las alas al sector privado, para fortalecer al Estado. En su equipo de senadores cuenta con Roy Barreras, Piedad Córdoba y Alexánder López, quien atizó los bloqueos en Cali y es dueño, junto con el senador Barreras, de una numerosa fronda burocrática.
Democracia genuina que se va no vuelve. Seamos conscientes de las consecuencias. El voto en blanco lo favorece.

Economista de profesión. Empresario con experiencia en el sector público y privado. Columnista de El País desde hace varios años.
6024455000