Alejandro Eder

Uno de los problemas de Cali es el entendimiento de la democracia como asunto mágico que poseen muchos ciudadanos, incluso algunos que se dicen ilustrados. “Hay que votar por el elegible”, dicen, pensando que el “elegible”, ya sea por milagro o magia, será capaz de colmar sus expectativas. Esta es una actitud irresponsable porque implica convertirse en cómplice de los eventuales desastres generados por el tigre de papel así escogido.

La ciudad está en la quiebra financiera, el MÍO desmantelado, las calles son cráteres y atracaderos, los negocios están asfixiados, la situación social es un hervidero, la corrupción es rampante. Por eso se acabó el tiempo para los experimentos; impulsamos al mejor o nos hundimos. Por eso antes de escoger deberíamos preguntarnos sobre las soluciones requeridas, e identificar a quien verdaderamente sea capaz de materializarlas.

Frente a las complejas circunstancias actuales muchos lectores me preguntan por mi favorito en materia de candidaturas. Aunque reconozco la existencia de opciones interesantes, mis preferencias van por Alejandro Eder, a quien vi crecer. Mal haría en quedarme callado cuando me constan el rigor de su formación, su vocación de servicio y su amor por Cali. Ese amor tiene antecedentes en su abuelo materno, uno de los donantes de las cien hectáreas que sirven de sede a la Universidad del Valle.

Eder tiene las condiciones para ser un gran gobernante y el corazón suficiente para conquistar, además de desarrollo y seguridad, la reconciliación anhelada. Su trabajo por Colombia sin importar los colores de la política, le han valido ataques de la izquierda y la derecha radicales, pero debe quedar claro que no le debe nada a Uribe, ni a Santos, ni a las Farc, ni a los paras, ni a su familia. Si algo lo ha distinguido es su independencia. Algunos datos de su vida son:

–Maestría en relaciones de Columbia University y especialización en seguridad y conflictos.

–Consultor del gobierno Uribe durante el 2006 para el diseño del proceso de reintegración y asesor en el 2007 en varios aspectos referentes a la política de seguridad democrática.

–Asesor y luego gerente de la Unidad de Cooperación y Relaciones Internacionales de la Consejería para la Paz de la Presidencia, entre el 2007 y el 2010, obtuvo el apoyo internacional a la Ley de Justicia y paz.

–Alto Consejero para la Reintegración del gobierno Santos en los años 2010 al 2014. Su gestión hizo posible la reintegración de miles de excombatientes vinculados a las autodefensas. Paralelamente hizo un aporte crucial para poder iniciar los diálogos de La Habana que condujeron al Acuerdo de Paz.

–Fundador y estructurador de Propacífico, entidad líder del desarrollo regional.

–Impulsor incansable del Tren de Cercanías.

–Candidato a la Alcaldía de Cali, obtuvo más de 130.000 votos. Desde entonces ha dedicado su tiempo a recorrer las comunas, hablar con sus habitantes y estudiar las estrategias de urbes que afrontaron procesos de resurgimiento.

Sin lugar a dudas este aspirante posee los conocimientos, la experiencia, las relaciones nacionales e internacionales, la independencia, la sensibilidad y el compromiso para hacer una alcaldía histórica. También tiene esa cualidad escasa en estas épocas que es la firmeza de carácter, entendiendo por tal la voluntad férrea, indeclinable, de sacar adelante lo que se propone.