Siria dice que está dispuesta a cooperar para combatir el terrorismo

En Washington, un funcionario estadounidense de alto rango dijo que el presidente Barack Obama ha autorizado vuelos de reconocimiento sobre Siria para recabar información de inteligencia sobre el Estado Islámico.

Siria dijo que está dispuesta a ayudar a enfrentar la amenaza cada vez mayor que representa el grupo Estado Islámico, pero advirtió a Estados Unidos que se abstenga de efectuar ataques aéreos en suelo sirio sin el consentimiento de Damasco porque los considerará una agresión. En Washington, un funcionario estadounidense de alto rango que solicitó el anonimato dijo que el presidente Barack Obama ha autorizado vuelos de reconocimiento sobre Siria para recabar información de inteligencia sobre el Estado Islámico. La medida podría ser el preludio de ataques aéreos estadounidenses contra objetivos en el interior de Siria. La Casa Blanca dijo que Obama aún no ha decidido emprender acciones militares dentro de ese país. En un intento por mostrarse como aliado de la comunidad internacional, Siria al parecer pretende aprovechar las insistentes demandas de funcionarios estadounidenses, incluidos comandantes militares, de que Estados Unidos amplíe su actual campaña aérea contra los extremistas islámicos en Irak para también atacarlos en Siria. Obama se ha mostrado por mucho tiempo cauteloso de que Estados Unidos sea arrastrado por la vorágine de la sangrienta y compleja guerra civil en Siria, en la que han muerto más de 190.000 personas, según Naciones Unidas. El mandatario estadounidense se ha resistido a intervenir militarmente en el conflicto, incluso después del mortal ataque con armas químicas ocurrido hace un año y que Washington atribuyó al gobierno del presidente Bashar Assad. Sin embargo, todos esos cálculos están siendo reconsiderados ante el accionar sin freno del grupo extremista en amplias franjas de terreno de Irak, la declaración de un estado regido por la severa interpretación de la ley islámica que hace el Estado Islámico en una región que se extiende por las fronteras de Irak y Siria, y la espeluznante decapitación de un periodista estadounidense. Obama enfrenta ahora las exigencias de sus propios comandantes militares de ir con todo contra los extremistas en el interior de Siria. En Damasco, el ministro del Exterior de Siria, Walid al-Moallem, se mostró consciente de lo mucho que ha cambiado la situación desde agosto del año pasado, cuando Estados Unidos amenazaba con lanzar ataques punitivos contra el gobierno de Assad debido al ataque con armas químicas. Desde entonces, la desaprobación de la comunidad global ha virado de la figura de Assad hacia los extremistas del Estado Islámico que combaten al gobernante sirio y que han propagado la destrucción tanto en Siria como en Irak. Al-Moallem dijo a la prensa que su gobierno está dispuesto "a cooperar y coordinar" con cualquier parte, incluido Estados Unidos, o a sumarse a cualquier alianza regional o internacional, en acciones dirigidas contra el Estado Islámico. Sin embargo, señaló que cualquier acción dentro de Siria debe ser coordinada con el gobierno sirio. "Cualquier ataque no coordinado con el gobierno será considerado una agresión", apuntó. Damasco ha advertido reiteradamente de la amenaza del terrorismo y la necesidad de cortarle los recursos y el financiamiento, pero "nadie nos escuchó", dijo. El gobierno de Siria ha descrito desde hace mucho tiempo a los rebeldes que luchan para derrocar a Assad como "terroristas" que forman parte de una conjura preparada desde el exterior. En Moscú, el ministro del Exterior de Rusia, Sergey Lavrov, dijo que las naciones occidentales que por mucho tiempo se rehusaron a condenar a los enemigos de Assad ahora se dan cuenta de la amenaza que representa el Estado Islámico.