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Lea los detalles del primer día de la visita del Papa a Brasil

Multitudes agolpadas cerca al Palácio Guanabara, protestas y católicos tras el vehículo del Papa hacen parte de lo que se vivió en Río el primer día de la visita de Francisco a Brasil.

22 de julio de 2013 Por: Elpais.com.co | AP

Multitudes agolpadas cerca al Palácio Guanabara, protestas y católicos tras el vehículo del Papa hacen parte de lo que se vivió en Río el primer día de la visita de Francisco a Brasil.

Una multitud frenética de católicos siguió y rodeó el vehículo que transportaba al papa Francisco el lunes, cuando por primera vez regresó al continente que lo vio nacer como pontífice, en una visita de siete días al país con más católicos del mundo, donde espera avivar el fervor de los fieles más jóvenes. Durante sus primeros minutos en Brasil, cientos de creyentes rodearon el Fiat en el que viajaba el papa antes de que abordara el papamóvil. El vehículo se vio obligado a aguantar el tráfico pesado de una avenida principal, en el trayecto desde el aeropuerto hasta el centro de Río, donde lo esperaba el papamóvil, que carecía de blindaje alguno. Los escoltas papales, vestidos de negro, usaron la fuerza para empujar a la multitud lejos del vehículo en escenas que, por momentos, parecían alarmantes. Funcionarios de la iglesia Católica y de la ciudad dijeron que el conductor hizo un giro erróneo y no tomó los carriles que habían sido despejados exclusivamente para que el Fiat papal avanzara. Francisco parecía tranquilo durante el frenesí. Bajó su ventanilla, en la parte trasera del automóvil, y sentado saludó a todo el que se acercara y tocó a todo el que metió la mano adentro del Fiat. En un momento, una mujer le entregó un bebé de cabello oscuro, a quien el papa besó antes de devolvérselo. El portavoz del Vaticano, el reverendo Federico Lombardi, confirmó los informes de que se encontró una bomba casera en un baño público cerca de la basílica de Aparecida Domingo, ubicado a mitad de camino entre Río y Sao Paulo y que el Papa visitará el miércoles. Agregó que las autoridades de Brasil informaron seguridad del Vaticano sobre el incidente, pero la iglesia consideró que el asunto "no es un problema de especial la proporción" . Lombardi describió el dispositivo como una "bomba artesanal" puesta en una bolsa de plástico con algunos explosivos en su interior. "Es evidente que no había conexión directa con la presencia del Papa" , dijo. Tras sortear la multitud y los atascos del tráfico, Francisco llegó al lugar donde lo esperaba un papamóvil, al aire libre, e inició un recorrido por las calles principales del centro de Río, donde miles de personas lo saludaron frenéticamente mientras él les devolvía el saludo y sonreía. En medio de la multitud, algunos lo miraron atónitos al pasar, algunos trataron de seguir el papamóvil escoltado por decenas de guardias que iban a pie mientras que otros sollozaron ruidosamente. Entre tanto, los manifestantes que rechazan las políticas del gobierno se enfrentaron con la policía en frente del lugar donde se celebró la ceremonia oficial de bienvenida a Francisco. Pero la ira iba dirigida a los líderes de Brasil y no el pontífice, a excepción de los grupos que promueven los derechos de los homosexuales y otros indignados con la doctrina católica que condena el aborto y no celebra matrimonios entre personas del mismo sexo. Una hora después del breve discurso que el pontífice leyó en la ceremonia, la policía intentó dispersar la multitud disparando balas de goma. Las protestas comenzaron en junio, primero en oposición a un aumento de las tarifas del transporte y luego como reflejo de la furia provocada por los elevados impuestos, los servicios públicos deficientes y los grandes gastos en eventos como el Mundial de fútbol de 2014 y las Olimpíadas de 2016. El gobierno gastó unos 52 millones de dólares en la visita papal, lo cual provocó algunas quejas en las redes sociales, pero, evidentemente, ese no es el motivo principal del malestar social. "No tenemos nada contra el papa, nadie aquí está en contra de él" , dijo Christopher Creindel, un estudiante de arte de 22 años que protestaba frente al palacio de gobierno. "Esta protesta es contra nuestros políticos". Creindel reconoció que los manifestantes están aprovechando la atención que presta la prensa mundial a la visita pontificia para darle visibilidad internacional a la protesta. En la ceremonia Francisco dijo "he venido para encontrarme... con jóvenes venidos de todas partes del mundo, atraídos por los brazos del Cristo Redentor. Quieren encontrar un refugio en su abrazo, justo cerca de su corazón, volver a escuchar su llamada clara y potente: `Vayan y hagan discípulos a todas las Naciones". "Vayan y hagan discípulos; vayan más allá de las fronteras de lo humanamente posible y creen un mundo de hermanos y hermanas" , agregó. "Pero también los jóvenes tienen confianza en Cristo: no tienen miedo de arriesgar con él la única vida que tienen, porque saben que no serán defraudados". Hablando en portugués, el pontífice pidió permiso para entrar a Brasil y estar la próxima semana en el país. Es la primera vez que Francisco, de 76 años y origen argentino, volvía al continente que lo vio nacer, desde su elección como papa en marzo. Durante su estancia, el papa se reunirá con miles de jóvenes católicos y se espera que más de un millón de personas se tomen las playas blancas de Copacabana para las misas que Francisco va a oficiar. También visitará una pequeña capilla en una barriada y viajará a venerar a la patrona de Brasil, Nuestra Señora de la Aparecida. En el vuelo que lo trajo de Roma, Francisco expresó su preocupación por las generaciones de jóvenes que sin trabajo en una economía mundial en recesión. Advirtió que en algunos países el desempleo juvenil alcanza los dos dígitos. "Los jóvenes, en este momento, están en crisis", dijo Francisco. "Corren el riesgo de crecer en una generación que no ha funcionado". Desde colinas cercanas comenzaron a bajar personas corriendo para seguir el papamóvil, que ya había abordado nuevamente el santo padre. Las personas corrieron por la autopista y estuvieron a punto de cercar el vehículo, que aceleró y dejó atrás a la multitud.

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