La tensión que se vive en El Salvador por 'tire y afloje' entre el presidente Bukele y el Congreso

Una fuerte tensión política se vive en El Salvador, entre el presidente, Nayib Bukele, y la Asamblea Legislativa, ante la presión del Ejecutivo para que se apruebe un polémico préstamo para financiar un plan gubernamental de seguridad contra las pandillas.

Este domingo, escoltado por militares con rifles de asalto y por agentes de la Policía Nacional Civil, PNC, Bukele irrumpió en el Congreso para exigir a los diputados la aprobación de la iniciativa, llamando, incluso, a la insurrección popular.

Sin embargo, la sesión no pudo ser posible por la falta de quórum, ya que solo se presentaron 20 diputados de los 84 que componen el Parlamento.

Bukele ofreció entonces una oración desde el asiento del presidente del Congreso, Mario Ponce —que no acudió a la convocatoria—, y luego salió del salón legislativo ante la imposibilidad de establecer la sesión, para luego dirigirse a una multitud que lo esperaba en una de las entradas del Parlamento.

"Los diputados han roto el control constitucional al no venir a la Asamblea Legislativa, ellos son los que desobedecen un mandato del Consejo de Ministros, ellos no son la Sala de lo Constitucional (de la Corte Suprema de Justicia) para interpretar la Carta Magna", dijo el gobernante a los que acudieron a la sede del Congreso.

El presidente subrayó que si los diputados "no aprueban el préstamo el Consejo de Ministros los va a volver a citar y si aún así no lo aprueban, el pueblo deberá poner en práctica el artículo 87 de la Constitución".

Dicho artículo "reconoce el derecho del pueblo a la insurrección", para "restablecer el orden constitucional alterado por la transgresión de las normas relativas a la forma de gobierno o al sistema político establecidos, o por graves violaciones a los derechos consagrados en la Constitución".

El presidente del Parlamento condenó este lunes en nombre de los 84 diputados, incluidos los miembros del partido oficialista Gran Alianza por la Unidad Nacional, Gana, lo que denominó un "intento de golpe de Estado".

“Por supuesto que hubo un intento de golpe de Estado, intento de disolver la Asamblea Legislativa”, dijo Ponce en rueda de prensa.

Acto seguido, añadió: "la Asamblea Legislativa de la República de El Salvador, por unanimidad, rechaza y condena enérgicamente la invasión de que fuera víctima el día domingo 9 de febrero".

Este es un hecho inédito desde que El Salvador ingresó a la vida democrática tras décadas de dictadura militar y una guerra civil de 12 años (1980-1992). El legislador, miembro del Partido de Concertación Nacional, PCN, llamó al fiscal general, Raúl Melara, a investigar dicha acción y señaló que la actuación de representante del Ministerio Público, a su juicio, ha sido "pasiva".

"Los graves hechos ocurridos a este órgano de Estado deben ser investigados exhaustivamente por parte de la Fiscalía con el fin de deducir responsabilidades y llevar ante la Justicia a los responsables", sostuvo.

También lamentó la "tibia y sesgada reacción" del secretario general de la Organización de Estados Americanos, OEA, Luis Almagro.

Ponce suspendió además este lunes una sesión plenaria extraordinaria en la que se buscaría aprobar el polémico préstamo.

"Se suspende hasta nuevo aviso la sesión plenaria extraordinaria que estaba programada para este día", publicó Ponce en su cuenta de Twitter.

El líder del Congreso sostuvo una reunión privada con los miembros de la Junta Directiva del órgano Legislativo y de la Comisión Política, según confirmó un portavoz de comunicaciones de la Asamblea Legislativa.

El presidente Nayib Bukele no tardó en reaccionar ante el anuncio de Ponce y señaló en su cuenta de Twitter: "los diputados están ofendidos y castigarán al pueblo no aprobando los fondos que prometieron aprobar hoy (este lunes)".

"De nuevo mintieron, no es de extrañarse, lo hacen siempre. Lo que no entiendo, es cómo hay gente que los defiende, aunque sean una minoría".

"De nuevo mintieron, no es de extrañarse, lo hacen siempre. Lo que no entiendo, es cómo hay gente que los defiende, aunque sean una minoría".