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Excentricidades en las aventuras de los millonarios, estas son las más costosas
Ni Julio Verne se hubiera imaginado que los millonarios actuales se embarcarían en todo tipo de travesías excéntricas, como viajar a ver los restos del Titanic o separar cupo para visitar planetas.
Descubrir las maravillas ocultas de los viajes extremos, desde las profundidades del mar hasta las cumbres más altas del mundo, ha sido un deseo muy humano.
Sin embargo, este tipo de experiencias parecen estar reservadas no para cualquier mortal, sino para los más adinerados y dispuestos a poner su vida en riesgo.
En el mundo del turismo extremo, Oceangate Expeditions lidera el camino. En su sitio web ofrece emocionantes expediciones de 8 días para explorar los restos del Titanic, ¡por el ‘módico’ precio de 250 mil dólares! Una aventura sumergible llena de riesgo y adrenalina, que unas pocas empresas se atreven a brindar, debido a los enormes peligros involucrados.
Y el ser humano, en su deseo de conquistarlo todo, cede fácilmente a la tentación que ofrece Virgin Galactic a los millonarios del planeta Tierra, nada menos que cupos para vuelos espaciales comerciales. A partir de finales de junio, habrá disponibilidad para quienes puedan pagar la módica suma de US$ 450 mil.
La demanda es tan alta que ya han vendido 800 boletos a sus “astronautas privados”. Quién lo diría, que en pleno año 2023 la posibilidad de alcanzar las estrellas, un sueño que Verne se había imaginado desde muchos años atrás, fuera tangible.
Blue Origin, fundada por Jeff Bezos, y Space X, con Elon Musk a la cabeza, también han incursionado en los llamativos viajes, lanzando clientes más allá de la atmósfera terrestre en los últimos dos años.
Y Orion Span ya está en la tarea de abrir un hotel de lujo en el espacio, donde dos semanas de estancia costarían alrededor de diez millones de dólares. ¡Una experiencia de otro mundo!.
A este punto, suenan más aterrizados —pero no de bajo costo—, los viajes de lujo que prometen carreras de autos sobre hielo en Finlandia y senderismo con orangutanes en Borneo.
Aventura sin retorno
Tanto los viajes espaciales como las exploraciones submarinas conllevan un alto grado de peligro. Por ello, Blue Origin, Space X y Virgin Galactic requieren que sus clientes firmen formularios de consentimiento informado, aceptando cualquier riesgo que surja durante la aventura.
Conocer el Titanic
La travesía al fondo del océano para visitar el naufragio del Titanic es inolvidable pero aterradora, cuenta una de las pocas personas que ha visitado los restos del que en su época fue el mayor barco del mundo.
Tom Zaller, director ejecutivo de la compañía que organiza la exposición del Titanic, dijo que el viaje al naufragio en un pequeño sumergible, como el que desapareció, el pasado domingo, en el Atlántico Norte, es progresivamente fría y oscura.
“A medida que bajas más y más, se vuelve más oscuro”, contó a la AFP mientras describía su viaje, hace 23 años. “Cuando comienzas el descenso es cálido adentro. Pero a medida que bajas, se vuelve frío”. Zaller, cuya exhibición reabre al público en Los Ángeles el 30 de junio, dijo que esperaba que la desaparecida embarcación fuera hallada con sus ocupantes vivos.
Viaje submarino sin retorno
Los cinco pasajeros a bordo del sumergible perdido, el pasado domingo, cuando efectuaban un viaje turístico al pecio del Titanic en el Atlántico Norte, perdieron la vida al implosionar la nave, según los restos encontrados hallados por los equipos de rescate.
“Los restos son consistentes con una catastrófica pérdida de presión de la cámara” del Titán, cuya comunicación se perdió el domingo, dos horas después de haber iniciado la inmersión con cinco personas a bordo, anunció el contraalmirante del servicio de Guardacostas John Mauger, que transmitió el pésame a las familias.
A bordo viajaban el millonario británico Hamish Harding, presidente de la compañía Action Aviation; el paquistaní Shahzada Dawood, vicepresidente de Engro, y su hijo Suleman -ambos también con nacionalidad británica-; el experto buceador francés Paul-Henri Nargeolet; y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions, la compañía que opera el sumergible, y que cobraba 250.000 dólares por turista.
Así, en la mañana del jueves, un ROV, vehículo a control remoto, encontró la cola cónica del sumergible en el lecho marino a menos de medio kilómetro del Titanic, explicó Mauger.
El oscuro espacio
En 2001, Dennis Tito, multimillonario estadounidense, se convirtió en el pionero del turismo espacial al embarcarse en un viaje a la Estación Espacial Internacional (ISS). Su estancia allí duró casi una semana y le costó 20 millones de dólares.
Sin embargo, el gran impulso de esta industria llegó años más tarde, cuando visionarios como Richard Branson, Elon Musk y Jeff Bezos invirtieron grandes cantidades de dinero y esfuerzo para acercar el espacio a aquellos privilegiados capaces de costearlo.
Richard Branson, multimillonario propietario del conglomerado Virgin, es reconocido por sus audaces aventuras. Su compañía espacial, Virgin Galactic, ofrece a los pasajeros la oportunidad de disfrutar de un viaje lujoso al espacio por 200.000 euros.
Aventuras de lujo
Scott Dunn Private ofreció a un cliente por su aniversario de bodas con su esposa la reserva de un palacio en Venecia para escuchar a Andrea Bocelli y luego viajar a las montañas Dolomitas a disfrutar de un pícnic. El solo costo de la actuación de 30 minutos del cantante fue de US$ 300.000.
Otras atracciones excéntricas son: visitar gorilas en Ruanda (15.000 dólares por persona), viajar en grupo a las Islas Galápagos, ir a los humedales de Pantanal en Brasil y conocer los osos polares en Groenlandia.
De lujo también es visitar Kitchen on the Edge of the World, hay que reservar con meses de antelación para disfrutar de una comida preparada por los mejores chefs del mundo en el Círculo Polar Ártico. El precio es de 5.400 dólares por persona durante cuatro días.
‘Titanic: La exhibición’, reproduce algunos interiores del famoso barco que se hundió en su viaje inaugural, y representa toda una experiencia de inmersión fascinante.
Se ofrecen fiestas de lujo en aviones por 13.000 euros, organizadas por una cadena de hoteles con alojamientos de primer nivel en Dubái y Zúrich.