Estados Unidos blinda la frontera con México por una posible llegada masiva de migrantes desde este jueves

El próximo jueves 11 de mayo es una fecha que pone nerviosas a muchas personas en los Estados Unidos, debido a que expira una normativa sanitaria en la cual la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras, (CBP), por su sigla en inglés, tenía la facultad de prohibir el ingreso de personas que representaran algún riesgo potencial para la salud.

Esta restricción llamada Título 42, la cual fue implementada por el entonces presidente Donald Trump, fue blanco de duras críticas por considerar que se convertía en una política fronteriza que iba en contra de la posibilidad de las personas para solicitar el derecho de asilo en el país norteamericano.

Durante su visita a la zona de frontera con México, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, explicó que desde la administración del presidente Joe Bien se han tomado medidas concretas para que no se registre una sobrecarga en el sistema, ante lo que podría ser una llegada masiva de migrantes a su territorio.

Igualmente, fue enfático en manifestar que el hecho de expirar el Título 42 no significa de ninguna manera que la frontera estará abierta, ya que esto nunca ha sucedido, por lo cual aquellos ciudadanos de cualquier país que lleguen a la frontera entre Estados Unidos y México para intentar cruzar deberán afrontar consecuencias.

Dejó claro que el marco legal del país contempla acciones específicas para brindar ayuda a quien lo necesite, pero que esto no es sinónimo de la flexibilización de su política migratoria y fronteriza a partir de este jueves.

Desde el partido Republicano, que es la oposición del gobierno Biden, lanzan agudas críticas a la forma en la cual se maneja la zona limítrofe con México; e incluso dicen que en la actualidad ya está literalmente fuera de control para las autoridades.

De acuerdo con el senador Lindsey Olin Graham, Estados Unidos se encuentra bajo amenaza ante la posible llegada de un número récord de migrantes, que podría estar entre las 900.000 y 1.100.000 personas en un periodo de apenas 90 días.

Esta clase de afirmaciones podrían verse respaldadas por las estadísticas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, que señalan 192.000 encuentros con personas que intentaron entrar a Estados Unidos de manera irregular por el límite con México, solo durante el pasado mes de marzo.

Ante la presión lógica que representa la posibilidad de que la frontera sur colapse a partir del próximo 11 de mayo, el presidente Joe Biden ya movió sus fichas y anunció la llegada de 1.500 soldados al lugar, quienes se sumarán a los 2.500 que conforman habitualmente está patrulla encargada de controlar los 3.145 Kilómetros que hay en el límite con territorio mexicano.

Recientemente la Cámara de Representantes aprobó con 83 votos a favor y 36 en contra, un proyecto de ley que prohíbe a los municipios y condados entregar fondos a organizaciones o personas, que tengan como propósito emitir documentos de identificación en favor de quienes hayan ingresado al país irregularmente.

Dicha medida significa un duro revés para los migrantes indocumentados, ya que por ejemplo obliga a los centros hospitalarios a recolectar información precisa sobre la condición legal de los ciudadanos extranjeros que sean atendidos.

También ha marcado profundamente a la comunidad migrante el hecho de que el proyecto cuente con el respaldo de Ron DeSantis, quien actualmente es el gobernador de Florida, uno de los estados del país con mayor población de comunidades extranjeras, especialmente de origen latino.

DeSantis prepara además un paquete de medidas entre las cuales se anuncian duras sanciones para quienes den trabajo a personas indocumentadas, e incluso para las empresas o particulares que transporten migrantes en condición irregular hacia Florida.