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Un incendio en el campo de refugiados de Moria en Lesbos, Grecia, acentuó la crisis que viven 12.000 migrantes en esas islas. | Foto: Foto: Cortesía Médicos Sin Fronteras

GRECIA

Alertan de la grave crisis migratoria que se vive en la isla griega de Lesbos

Una serie de incendios destruyó un campo de refugiados donde permanecían 120 mil personas, que ahora sufren una crisis mayor en Grecia.

23 de septiembre de 2020 Por: Redacción de El País con información de MSF

El pasado miércoles 9 de septiembre explotó una bomba de tiempo en el campo de refugiados de Moria (Lesbos, Grecia), que se quemó hasta los cimientos tras varios incendios que comenzaron una noche antes.

Unos 12.000 hombres, mujeres y niños tuvieron que ser evacuados sin un lugar alternativo donde quedarse. Desde entonces, la situación ha seguido siendo tensa, con hombres, mujeres, ancianos, recién nacidos, enfermos y niños pequeños obligados a dormir en las calles sin acceso básico a alimentos, agua, atención médica, refugio.

Las tensiones están en un punto álgido, con varias protestas y enfrentamientos entre los solicitantes de asilo que piden ser trasladados, las poblaciones locales que no los quieren en las islas y la policía que utiliza gases lacrimógenos para controlar las multitudes.

Desde el 10 de septiembre, la isla ha sido declarada en estado de emergencia por una duración inicial de cuatro meses. Los medios de comunicación tienen un acceso restringido esporádicamente y es difícil proporcionar ayuda en una situación en la que muchos solicitantes de asilo solo quieren ser trasladados fuera de la isla y los locales no quieren ver nada similar al campo Moria en su isla de nuevo.

Después de trasladar a 400 menores no acompañados hacia el continente, el gobierno griego ha dejado claro que nadie más abandonará la isla.

Las soluciones temporales anunciadas inicialmente no se han aplicado, pero las autoridades griegas están creando un nuevo campamento temporal en la isla junto al mar. Es difícil saber si el nuevo campamento en construcción tendrá la capacidad de albergar a 12.000 personas y si podrá garantizar condiciones de seguridad adecuadas para prevenir el riesgo (entre otros) de la propagación de covid-19.

Tras más de cinco años brindando atención en salud primaria y salud mental en un campo sobrepoblado que albergaba a 12.000 personas cuando apenas tiene capacidad para 2.000, donde había un baño para 80 personas o un lavabo para cada 40, la organización médica-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) afirma que un nuevo campamento no resolverá los problemas estructurales que han estado en juego durante años en las islas griegas. Estas son las cinco razones que da la ONG:

Fallas en acuerdo entre la UE y Turquía

Las restricciones geográficas decididas en el Acuerdo entre la Unión Europea y Turquía sobre migrantes, las condiciones de recepción inhumanas, los procedimientos de asilo injustos y siempre cambiantes sólo conducen a un desastre cíclico y a un sufrimiento inconmensurable.

Año tras año, se han hecho varias declaraciones de que la situación mejorará, pero sobre el terreno sólo se ve más miseria, más sufrimiento humano, una rutina de la humillación, la xenofobia y la violencia. Continuar con este modelo significa perseverar en un mecanismo deliberado de violencia intencional, con pleno conocimiento de su costo humano.

Emergencia de salud mental

Durante los últimos cinco años, los equipos de MSF en las islas griegas han tratado las consecuencias de una política que empujó a miles de hombres, mujeres y niños en busca de seguridad más allá de sus límites y al deterioro de su salud física y mental. Entre ellos, miles de niños, cientos de víctimas de la tortura y la violencia, que una vez en Moria y en otros lugares fueron revictimizados hasta un punto que los médicos de MSF han descrito repetidamente como una emergencia de salud mental.

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Crisis de covid-19

A pesar de la naturaleza políticamente orquestada de esta crisis, las causas fundamentales de este desastre nunca han sido cuestionadas por las autoridades europeas y no se ha hecho nada para revisar completamente un sistema podrido hasta la médula. Las personas en busca de seguridad emprenden viajes peligrosos, sólo para encontrarse en campamentos donde las condiciones de vida han seguido deteriorándose en lugar de mejorar.

La pandemia de covid-19 ha añadido una capa adicional de complejidad y las autoridades no han puesto en marcha ningún plan adecuado para proteger a la población de manera humana y digna. En su lugar, un plan de cuarentena masiva ha empujado a una escalada de tensión que pone en riesgo la salud y la seguridad de la población. Incluso los servicios de salud de los campamentos han seguido dependiendo en su mayoría de voluntarios que trabajan bajo alta presión con medios casi nulos y en un ambiente de creciente criminalización.

Presión migratoria en la isla

La obstinación de las autoridades griegas y de la UE en mantener a los solicitantes de asilo en las islas a cualquier precio es irresponsable y tiene consecuencias nefastas. Además, el argumento de algunos dirigentes europeos de que si se trasladan personas de las islas, se repetirán los flujos de 2015, es peligroso y totalmente engañoso. La situación actual no es comparable a la de 2015, las llegadas a Grecia nunca han sido tan limitadas. No hay ninguna prueba de que la llegada de unos pocos miles de personas, principalmente familias, constituya un "factor de atracción" para que más personas lo sigan. La presión migratoria en la isla griega debería ser perfectamente manejable a nivel europeo y el traslado de unos pocos cientos de menores no acompañados a un número limitado de países europeos no es suficiente.

Evacuación de islas y reubicación

 MSF pide a las autoridades griegas y de la UE que detengan sus esfuerzos para reconstruir un nuevo sistema de contención en Lesbos y que rompan de una vez por todas el ciclo de sufrimiento en las islas griegas.

Los Estados europeos deberían aprovechar el desastre de Moria como una oportunidad para un verdadero cambio en las políticas migratorias europeas y comenzar por la evacuación de todas las personas en Lesbos y las demás islas griegas y por proporcionar mecanismos de reubicación eficaces y regulares para garantizar un alojamiento seguro y digno en el continente y en otros países europeos. MSF seguirá exigiendo la creación de vías seguras y legales para quienes buscan un lugar seguro para vivir y un futuro mejor para ellos y sus familias.

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