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Las personas más allegadas a la mujer acompañaron a la familia Rojas Salazar en las honras fúnebres que se cumplieron este lunes en el sur de Cali. | Foto: Raúl Palacios / El País

ECUADOR

Romance por Facebook terminó en la trágica muerte de caleña en Ecuador

El lunes, familiares de la caleña asesinada en Ecuador, le dieron su último adiós. Su expareja, señalada del crimen, se debate entre la vida y la muerte.

27 de marzo de 2017 Por: Andrés Felipe Carmona Barrero/  Reportero de El País

Lo que inició como una relación sentimental alimentada por ‘likes’, mensajes internos, fotos y comentarios en Facebook, terminó el pasado miércoles 22 de marzo en un crimen pasional en Quevedo, en el centro de Ecuador.

María Fernanda Rojas Salazar, una caleña de 40 años que llevaba año y medio en el país vecino, fue encontrada sin vida con dos heridas de bala, cuando policías irrumpieron en una casa tras una alerta de los vecinos, al notar que la señora no respondía al llamado que hacían en la puerta.

Las autoridades ecuatorianas señalan como autora del homicidio a otra mujer, quien sería compañera sentimental de María Fernanda y que actualmente se debate entre la vida y la muerte tras intentar quitarse la vida al ingerir un veneno para ratas.

Sandra Lorena Rojas, hermana de la víctima, recuerda que su familiar se contactó a través de la red social con la ecuatoriana que le prometía casa y trabajo en este país.

“Mi hermana no nos escuchó las muchas veces que le dijimos que para qué se iba a ir por allá si acá le estaba yendo bien vendiendo sus cosas, pero como ella siempre se le medía a todo, no temía a nada, se dejó convencer de unas promesas que al final resultaron falsas”, expresó Rojas.

María Fernanda dejó en Cali la venta de fritanga y pulpa de fruta en su querido barrio Laureano Gómez. También a su hijo, a sus cuatro hermanos y a su madre. Lo que la motivó a viajar fue el sueño de ahorrar en dólares para comprarle una casa al joven, un menor de quince años.

“La señora desde un comienzo le pintó una vida maravillosa. Le enviaba fotos de un supuesto apartamento que tenía para recibirla y que no se preocupara por trabajo”, recuerda Sandra.

Los sueños llevaron a que esta caleña tomara un bus rumbo a Ecuador. Desde el vecino país la señora que conocía por Facebook le envió el dinero para el tiquete.

María llegó a la supuesta casa que la mujer le había mostrado en varias fotografías. Era amplia y estaba ubicada en un sector residencial. Este fue el hogar de las dos por varios meses hasta mudarse a la casa de la madre la señalada homicida en el sector El Pital Uno.

“Después se supo que la vivienda que siempre le mostró en Facebook a mi hermana era de un sobrino de la señora. También nos enteramos que no era dueña de ningún restaurante, como decía, sino que vendía CD’S en la calle. Todo fue una mentira”, afirmó ayer la mujer antes de darle el último adiós a María Fernanda en el cementerio Jardines del Recuerdo.

Un presentimiento develó el crimen

Cuenta Sandra Lorena que el homicidio fue presentido por la madre de la señalada homicida, luego de recibir una llamada de la pareja de María Fernanda diciendo que se demorara en llevar el desayuno a la casa de ellas porque “le tenía una sorpresa”.

Así lo recuerda la familiar de la víctima, al explicar que la señora fue la que alertó a los vecinos de que algo malo había ocurrido adentro del predio porque no abrieron la puerta al insistir en ingresar.

“Mi hermana nunca nos contó que esta señora ya le había pegado una vez, incluso hay unas fotos que ahora conocemos de María toda golpeada. La mamá de la presunta homicida, según la declaración que conoció mi otra hermana que fue la que viajó a Ecuador para estar al tanto de los trámites de repatriación del cuerpo, dijo a las autoridades que ella siempre acostumbraba a llevarles el desayuno, pero el día de los hechos la agresora le dijo que no lo llevara a las ocho de la mañana como de costumbre sino a las diez, eso le generó desconfianza y se fue para la casa, donde encontró la escena de terror”, espetó la señora Sandra Lorena Rojas.

Nadie abría la puerta. La mujer salió a buscar ayuda de los vecinos para intentar entrar a la casa, pero estos solo atinaron a llamar a la Policía. La escena que encontraron los uniformados fue dos mujeres tiradas en el piso, una sin vida, María Fernanda, y la otra la presunta agresora, cuyos signos vitales estaban débiles tras ingerir tres sobres de un raticida.
Junto a ellas estaba la presunta arma de fuego utilizada para asesinar a la caleña. Las características del arma, así como otros detalles, hacen parte de la investigación policial.

“Nunca hubo una foto de mi hermana en el lugar donde estaba viviendo y fue asesinada. No conocimos ese lugar. Las fotos que nos mandó siempre eran de ella en sitios públicos y en el apartamento al que llegó primero, que luego resultó ser de un sobrino de la otra mujer”, dijo la familiar de María Fernanda.

La caleña se vio por última vez con su familia en el barrio Laureano Gómez en el mes de diciembre. Pasaron Navidad y Fin de Año juntos. El 15 de enero viajó de regreso a Ecuador. La promesa hecha a sus seres queridos era que cada cuatro meses ella venía a la capital del Valle a visitar a su hijo y a su familia.

Sandra, hermana de la víctima, expresó que la velación de la mujer se llevó a cabo en la funeraria Jardines del Recuerdo en el barrio San Fernando. El entierro tuvo lugar ayer en el campo santo del sur de Cali.

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