Por tierra y aire buscan al padre de Luis Díaz, se tienen varias hipótesis de su paradero

Por: Laura Cortez Palacios/ Reportera de El País

El reciente rapto de Luis Manuel Díaz, padre del futbolista Luis Díaz, jugador de la Selección Colombia y el Liverpool de Inglaterra, puso en evidencia una problemática que en Colombia parece no tener fin: el secuestro. Si bien no se tiene certeza del lugar donde mantienen al hombre, una de las hipótesis que se han formulado es que pudo haber sido trasladado a territorio venezolano debido a la cercanía de Barrancas, La Guajira, donde fue secuestrado, y Venezuela.

“Se concretó un perímetro de seis kilómetros entre Barrancas y Fonseca, en inmediaciones de la Serranía del Perijá, y estamos seguros de que no lograron pasarlo a territorio venezolano. La presión que hemos venido ejerciendo es muy fuerte”, indicaron las autoridades respecto al caso.

Cabe señalar que son más de 230 comandos de los grupos élites de la Policía y el Ejército Nacional que están tras la búsqueda de Luis Manuel Díaz, secuestrado el pasado 28 de octubre mientras se encontraba con su esposa en una gasolinera del municipio. La mujer también fue secuestrada, pero liberada unas cuentas horas después.

Por otro lado, gracias a las grabaciones de cámaras de seguridad y otros elementos de prueba, el subdirector de la Policía Nacional, general Alejandro Zapata, afirmó que se ha avanzado en la identificación de los presuntos responsables del crimen.

“Tenemos claridad de personas que pudieron estar vinculadas en el secuestro. Cuando ocurren hechos de estos generalmente no es espontáneo, hay una planificación anterior, gente que arrastra a las personas a un sitio, es decir, los ubican para que lleguen otros y eso es lo que estamos investigando”.

El panorama en Colombia respecto a estos delitos es complejo y parece estar empeorando. El ministro de Defensa, Iván Velásquez, afirmó que en el primer año de gobierno del presidente Gustavo Petro este flagelo aumentó en un 90% comparado con el mismo periodo en la gestión del expresidente Iván Duque.

Además, las cifras del 2023 indican un aumento del 85,85% de los casos de este delito en Colombia, pues a corte de julio, se habían registrado 184 secuestros, la mayoría por cuenta de Grupos Armados Organizados y delincuencia común, muchos de ellos hacen presencia en zona de frontera con Venezuela.

Ronal Rodríguez, vocero del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, aseguró que esta zona “siempre ha sido utilizada como un espacio de retaguardia estratégica de los grupos al margen de la ley, no solamente de los delincuentes, en su momento también lo fue para los grupos guerrilleros”.

El experto explicó que para evitar la fuga de criminales de un país a otro, ambos gobiernos permitieron durante los años 90 dinámicas de persecución en las que se permitía el paso de las tropas de un país a otro, no obstante, esto generó problemas para la soberanía.

Si bien parece un problema local, este fenómeno ocurre en muchas naciones e incluso en países federales, en los que las personas se pasan de un estado a otro para esquivar sus responsabilidades judiciales. “La frontera es una forma fácil de evadir a las autoridades y de aprovecharse de las dinámicas de jurisdicción, sin embargo, esto va a tener un matiz particular desde que asciende la Revolución Bolivariana hace 25 años, porque muchos de los grupos armados al margen de la ley van a encontrar en Venezuela un espacio en el cual van a poder desarrollar sus actividades y protegerse de las autoridades colombianas con ciertos niveles de articulación y apoyo por parte de las autoridades venezolanas”, dijo Rodríguez.

Sin embargo, lo anterior varía de estado en estado, lo que dificulta aún más la dinámica. “En el caso entre Colombia y Venezuela, allí hacen presencia todos los grandes negocios de la criminalidad como el contrabando, narcotráfico, tráfico de armas, lamentablemente trata de personas y tráfico de migrantes, toda la dinámica de criminalidad está en el área”, aseguró.

La zona de La Guajira, donde fueron raptados los padres de Luis Díaz, no es la excepción. En esta frontera delinquen grupos paramilitares como las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada, Acsn, las disidencias de las Farc, como la Segunda Marquetalia, y en las zonas más cercanas al vecino país también opera el ELN.

Juan Carlos Ruiz, experto en seguridad ciudadana de la Universidad del Rosario, indicó que con el actual proceso del cese al fuego entre el Estado colombiano y el ELN, se esperaría que este grupo no esté detrás de este delito, sin embargo, cualquiera de las organizaciones mencionadas anteriormente u otros grupos delincuenciales podrían haber planeado el rapto.

Las actuales relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela serían la clave para la recuperación del señor Luis Manuel Díaz, en caso de que se determinara que fue trasladado hacia el vecino país, puesto que la reanudación de enlaces incluyen que el “Estado venezolano está apoyando al Estado colombiano para que los actores armados no crucen”, expresó Rodríguez.

Cabe mencionar que muchas personas son retenidas ilegalmente en áreas que dividen a los dos países, no solo de Colombia hacia Venezuela, también ocurre en el caso contrario.

“También hay que decir que así como los actores criminales se llevan a la población secuestrada a territorio venezolano, también se dan rencillas y ajustes de cuentas de ese lado”, por lo que se ha convertido en zona de violencia.

Un ejemplo de lo anterior es que guerrilleros y narcotraficantes colombianos han fallecido del otro lado de la frontera, por lo que, según Rodríguez, se requiere un trabajo articulado entre ambos países en materia de seguridad trasnacional.

“Las autoridades del lado colombiano y las autoridades del lado venezolano, a pesar de tener lazos comunicantes, no han podido articular acciones conjuntas porque hay mucha desconfianza por parte de un cuerpo respecto al otro”, expresó el vocero del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario.

Por ello, Ruiz concluyó que en caso de que el señor Díaz sí haya sido trasladado a territorio venezolano, es necesario que ambos países se comprometan en la búsqueda, ofreciendo todas sus capacidades, como debería ocurrir en cada caso de secuestro.