Luego de 22 años de incertidumbre, familia antioqueña recupera el cuerpo de su ser querido Cristo José Romero Isaza

Tras más de veinte años de desaparición, la familia de Cristo José Romero Isaza pudo finalmente recuperar su cuerpo gracias a la estrategia de Búsqueda Inversa, un trabajo articulado entre la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.

La entrega digna se realizó en el municipio de Yalí, Antioquia, territorio donde Cristo José fue visto por última vez por sus seres queridos.

Cristo José Romero Isaza desapareció en agosto de 2003, luego de salir de la vivienda familiar en la vereda El Jardín, en Yalí, donde convivía con su hermano y sus sobrinas Lorena y Sor Adiela Vidal Carmona. En ese entonces, Lorena era apenas una niña, pero conserva recuerdos breves y significativos de su tío paterno, marcados por gestos de afecto y cercanía que permanecieron en su memoria a lo largo de los años.

Nacido en 1984 en El Bagre, Bajo Cauca antioqueño, Cristo José llegó a Yalí tras la muerte de su padre, en busca de su familia materna. Durante los meses que compartió con sus sobrinas, dejó huellas profundas en la vida cotidiana del hogar.

Luego de su salida en 2003, la familia no volvió a tener noticias suyas. Durante más de dos décadas, la incertidumbre marcó la vida de sus sobrinas, quienes crecieron con preguntas constantes sobre el paradero y el destino de su tío.

La investigación humanitaria permitió establecer que Cristo José fue desaparecido en el contexto del conflicto armado y que su cuerpo permaneció inhumado como no identificado desde el 6 de octubre de 2005 en la bóveda 181 del cementerio Asofundadores, en Cartago, Valle del Cauca.

Aunque su identidad fue confirmada en julio de 2012 mediante huellas dactilares, no fue posible realizar la entrega en ese momento por la falta de contacto con su familia.

En octubre de 2024, equipos territoriales de la UBPD y Medicina Legal intervinieron la bóveda, recuperaron el cuerpo y avanzaron en la verificación técnica y forense. A inicios de 2025, el caso ingresó a la estrategia de Búsqueda Inversa, orientada a localizar a los familiares de personas identificadas cuyos cuerpos permanecen sin ser reclamados.

Fue a través de un anuncio televisivo de esta estrategia que la familia reconoció la fotografía de Cristo José. Lorena contactó de inmediato a la Unidad de Búsqueda, iniciando así el proceso de acompañamiento que culminó con la entrega digna realizada el 5 de agosto de 2025 en Yalí, con el apoyo de equipos territoriales y del componente de Tejido Social de la UBPD.

“Recibir el cuerpo de mi tío fue cerrar una herida que estuvo abierta toda la vida. Duele, pero también trae paz”, expresó Lorena durante la ceremonia.

El caso de Cristo José Romero Isaza evidencia la importancia de la articulación institucional para garantizar el derecho de las familias a la verdad y a una despedida digna, y reafirma el compromiso humanitario de que ninguna persona desaparecida permanezca sin ser buscada.