Los pobladores de Buenos Aires, Cauca, adelantan la limpieza de las calles tras el intenso hostigamiento a la estación de Policía

El alcalde del municipio de Buenos Aires, Cauca, Pablo César Peña, entregó su versión tras el prolongado e intenso hostigamiento armado ejecutado por las disidencias de las Farc contra la estación de Policía de esta localidad, hecho que mantuvo en vilo a la comunidad durante varias horas de la mañana del martes, 16 de diciembre.

El mandatario local señaló que el ataque, que se extendió desde la madrugada de ese día hasta comenzada la tarde, generó una grave situación de riesgo para la población civil y los uniformados que permanecían en la estación policial.

“Fueron momentos de mucha tensión y temor para nuestra gente. La prioridad siempre fue proteger la vida de los ciudadanos y de los policías que resistieron el ataque, acá la misma gente busco autoprotegerse para después a los uniformados”, agregó Peña.

El alcalde explicó que durante el hostigamiento se registraron afectaciones a edificaciones públicas, entre ellas la Alcaldía Municipal, la sede del Banco Agrario y la estación de Policía, las cuales resultaron seriamente dañadas por el uso de explosivos de alto poder. Asimismo, destacó el respaldo de la comunidad, que auxilió a varios uniformados heridos en medio de la confrontación, y como lo muestran los vídeos, algunas personas terminaron hasta canalizando a los uniformados mientras yacía sobre el piso, heridos.

Peña indicó que, una vez se logró el ingreso de los refuerzos del Ejército Nacional, la situación comenzó a ser controlada y los grupos armados ilegales se vieron obligados a retirarse del casco urbano para después ubicarse en la zona rural, donde continuaron los enfrentamientos con la fuerza pública.

“Valoramos la llegada del apoyo militar, que permitió restablecer el orden y evitar consecuencias aún más graves”, manifestó el mandatario, quien ahora lidera las tareas de limpieza en el área urbana de esta población nortecauana, donde aun la presencia del frente Jaime Martínez es muy marcado, como lo demostró este hostigamiento que con el paso de las horas se convirtió en una toma guerrillera.

Mientras tanto, y como lo confirmaron los integrantes de la Policía que laboran en esta zona del país, los ocho infirmados heridos fueron sacados en helicóptero hacia la ciudad de Cali, donde después ingresaron a la sala de urgencias de la clínica Valle del Lili.

“Los compañeros heridos son los señores subintendentes Jhony Javier Guazá Mina, de 40 años y Anderyan Ortiz Gómez, 33 años, también resultaron heridos los patrulleros . Sebastián Sánchez Ramírez, 25 años; Carlos Andrés Torregroza, Jaime Zuleta, Brayan Camilo Rodríguez Ariza y Brayan Cifuentes Cortés, todos ahora reciben atención médica en esa clínica del sur de la ciudad de Cali”, agregaron los agentes del orden consultados al momento de indicar que el Ejército ahora busca desactiva varias cargas que no explotaron y que permanecen en varios puntos de este municipio.

Esta última labora la adelantan mientras las comunidades, las mismas que le salvaron la vida a los uniformados, va retirando los escombros de las calles, buscando de esta forma empezar de nuevo en uno de los poblados más prósperos del norte del Cauca, pero a la vez el más olvidado por las autoridades nacionales.

“Destrucción total, eso que se ve acá en este municipio ahora, la gente poco habla, están limpiando entre ellos, buscando como recuperar en algo el centro urbano, pero lo hacen con la certeza de que existe la amenaza de nuevo ataque y en cualquier momento vuelven a hostigar a los policías, incluso, el Ejército nos pidió que empezáramos a salir del pueblo porque los disidentes están cerca”, narró un periodista de una agencia internacional, quien llegó a documentar los destrozos y el dolor que causó este ataque.

Finalmente, el mandatario local hizo un llamado al Gobierno Nacional para fortalecer la presencia integral del Estado en esta zona del norte del Cauca, para quitarle terreno a los actores armados.

“Nuestros municipios no pueden seguir como escenarios de la guerra. Necesitamos más inversión social, seguridad y acompañamiento institucional para garantizar la tranquilidad y el desarrollo de nuestras comunidades”, concluyó Pablo César Peña, en medio de un halo de temor, pero con ese corazón de que ayudará a su gente a salir de nuevo de esta dolorosa situación.