Envían a la cárcel a los dos secuestradores capturados en rescate de empresario caleño

Un juez envió este miércoles a la cárcel a los dos secuestradores capturados en flagrancia en el operativo de rescate del empresario caleño Harold Bermúdez en Buenos Aires, Cauca.

A los dos sindicados, la Fiscalía les imputó cargos por concierto para delinquir, secuestro extorsivo, tortura, porte ilegal de armas y porte de uso privativo de las Fuerzas Armadas.

El proceso de judicialización es llevado a cabo en la ciudad de Popayán, capital del Cauca, tras su captura este martes.

Entre los capturados está Iván Marino Camayo, alias Chapa, quien sería cabecilla de una comisión de la Jaime Martínez conocida como ‘Michael’. Las funciones de este grupo son organizar las finanzas de la disidencia, así como adelantar secuestros y extorsiones; su actuar criminal se concentra en los municipios de Suárez y Buenos Aires.

En ese municipio se llevó a cabo la liberación del empresario, quien permaneció 47 días privado de la libertad, tras ser secuestrado cuando practicaba deporte en la vía Panamericana, muy cerca a Santander de Quilichao, Cauca. 

Esto es como volver a nacer. El secuestro no debería de existir. Esto es muy duro”. Esas fueron las primeras palabras que el empresario caleño Harold Bermúdez Ayala dijo a medios horas más tarde de ser rescatado en la madrugada de este martes en el sector de Las Delicias, zona rural de Buenos Aires, Cauca, en donde la disidencia de las Farc Jaime Martínez lo tenía secuestrado, luego de que lo retuvieran el pasado 4 de septiembre, cuando hacía ciclismo en Santander de Quilichao.

Lea también: "Esto es como volver a nacer": Harold Bermúdez luego de ser rescatado en el Cauca

El operativo, adelantado por el Gaula Militar del Valle y Cauca, el CTI de la Fiscalía y la Tercera Brigada del Ejército, quedó grabado en video por un uniformado que participó en la acción. Las imágenes revelan cómo las autoridades ingresan a una casa, en aparente estado de obra gris, luego de derribar la puerta principal.

Se alcanza a notar que detienen a uno de los secuestradores en la habitación en donde dormía y, en la siguiente, logran dar con Bermúdez, que dormía encima de un delgado colchón, con sus pies y manos amarrados con cadenas.

“Bienvenido a la libertad. Tranquilo. Volverá con su familia”, le dicen los uniformados. Bermúdez, con una barba poblada que no lo hace tan reconocible, llora, balbucea un par de veces por la emoción.

“Fue una operación muy limpia, no hubo intercambio de disparos. A las 3:30 de la madrugada hicimos una inteligencia por líneas (intersecciones telefónicas) para saber todo su horario: desde a qué horas se acostaban a dormir hasta en cuáles se levantaban”, contó el Comandante de la Tercera División del Ejército.