El otro lado del Río Cali: atormentado por la oscuridad, la inseguridad y el consumo de sustancias alucinógenas

“Es muy alta la presencia de indigentes, lo que trae inseguridad a la zona”, dijo Andrea González, una enfermera que para llegar a su trabajo circula cotidianamente por el Parque Lineal Río Cali, una megaobra que consta de dos etapas, la primera de ellas que va desde la calle 25 al frente de la Clínica de Los Remedios hasta la calle 18, entre la avenida 2 N y la carrera 4 Norte; y la segunda situada en el corredor de la Avenida 2N, entre calles 8 y 15, la cual buscaba ser un referente recreativo y urbanístico de la ciudad.

Sin embargo, este punto de Cali se convirtió en un foco de inseguridad debido a diversas problemáticas denunciadas por habitantes del sector y líderes comunales, quienes ven una respuesta limitada ante la magnitud de los inconvenientes que han hecho que el corredor que prometía ser una alameda que congregara a los caleños, se convirtiera en un área desierta.

“Tenemos habitantes de condición de calle y migrantes extranjeros que se han tomado esta zona y generan focos de inseguridad porque hacen cambuches”, expresó Diana Marcela Redondo, vicepresidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio San Vicente- Versalles, quien ha visto de primera mano las complicaciones que afectan a los vecinos de los barrios aledaños, quienes han dejado de acudir al lugar a hacer ejercicio o pasear a sus mascotas.

La líder manifestó que el Parque tiene un gran potencial turístico gracias a su infraestructura y ubicación en la orilla del río, lo que lo dota de diversidad vegetal, además de tener cicloruta y bancas para descansar, paisajismo pensado en la comodidad de propios y visitantes.

Un ciudadano que también atraviesa este sector frecuentemente, aseguró que la iluminación es uno de los focos de inseguridad que constantemente debe afrontar, ya que los faroles de luz no son suficientes para la extensión del corredor.

“Yo cruzo el puente curvo que va del barrio Piloto al barrio San Vicente, por encima del río Cali. Este se diseñó así pensando en que la gente hiciera ejercicio subiéndolo, pero tiene un problema, cuando uno comienza a subir de un lado o de otro no ve quién está arriba. Me ha ocurrido que cuando llego a la parte superior del puente me encuentro a personas que están allí sentadas consumiendo drogas”, dijo el hombre, quien aseguró que esto, sumado a la indigencia, hacen que caminar por allí sea peligroso para los caleños.

Las basuras, otro dinamizador de la inseguridad

La mala disposición de los residuos sólidos son una preocupación para la vicepresidenta de la Junta de acción comunal. La contaminación del río, el cual ha estado en varios tratamientos de agua y las basuras que se esparcen por las áreas verdes, afectan a los vecinos.

“Estas temáticas se agudizaron durante todo este año porque anteriormente la zona estuvo adoptada por la Fundación Zoológico de Cali, que nos ayudó a mitigar, a mantener y a controlar el parque, incluso hacían labores de seguridad porque tenían operarios que estaban desmontando la cuenca del río, manteniéndola con siembra y para que no subieran las especies de altura”, dijo.

Sin embargo, explicó que desde que acabó el contrato hace un año entre la Fundación y la Alcaldía, la situación se ha vuelto insostenible. La lideresa indicó que otro inconveniente que también afecta a las especies vegetales y animales es la quema de basura en las orillas del río, lo que además de contaminar, perjudica a las especies arbóreas que mueren por las quemaduras producidas en raíces y troncos.

A pesar de estas dificultades, quienes circulan por allí resaltan que hay presencia policial constantemente, por lo general en el día, lo que ayuda a la sensación de seguridad, sin embargo, esta presencia no se da siempre.

Así lo confirmó a este medio de comunicación el teniente coronel Rodrigo Manrique, comandante Operativo de la Policía. “En el distrito de Cali tenemos en este momento presencia sobre el Parque Lineal, donde confluyen importantes instituciones, por eso hemos dispuesto varias de nuestras especialidades, como son Policía de Carabineros, nuestros guías caninos, Policía de Infancia y Adolescencia y de Turismo”.

“Dentro de lo que me compete como representante del sector es pedir ayuda y fuerza policial, que resulta poca”, indicó Redondo, sin embargo, dijo que gracias a los uniformados que patrullan, algunas personas pueden caminar por el sector, como González, quien aseguró que cada vez menos de sus compañeros toman esa ruta para llegar o salir del trabajo, pero que cuando ven a lo lejos a los uniformados sienten más confianza.

“Esta zona demoró mucho en construcción y da tristeza que ahora que por fin está listo nosotros como caleños no lo podamos disfrutar. Aquí los únicos que lo usan son los indigetes que hacen cambuches en el pasto y se bañan en el río, pero los demás no”.

Redondo sostuvo que su sueño es que este corredor se convierta en un lugar para disfrutar, como en otras partes de la ciudad donde se han construido alamedas similares. “La Fundación Zoológico de Cali ha hecho una labor maravillosa con la cuenca del río, fijémonos como mantienen el Parque de los Gatos, está completamente limpio, es seguro de tal manera que la gente del oeste sale a caminar y ese sería un sueño mío, que podamos apropiarnos como vecinos del territorio caminando, haciendo avistamiento de aves o haciendo ferias”.