Ejército confirma la mayor incautación de material de guerra desde el inicio de la operación Perseo II

Aumenta la tensión en el denominado Cañón del Micay luego de la llegada de más 300 militares a esta parte del suroccidente del departamento del Cauca, con el fin de adelantar la Operación Perseo II en varias veredas y corregimientos de los municipios de El Tambo, Argelia y López de Micay.

En la mañana de este miércoles 20 agosto, el comandante de la Tercera División del Ejército, brigadier general Federico Mejía, confirmó la mayor incautación de material de guerra y explosivos en esta parte del departamento, todo gracias al avance de las tropas en parte del municipio de El Tambo.

“Hoy, nuestras tropas de la Fuerza de Despliegue Rápido No.4, en una operación coordinada con la Policía Nacional, alcanzaron la mayor incautación de material de guerra y explosivos en lo corrido de la decisiva Operación Perseo II en El Tambo”, explicó el oficial militar.

“De esta manera, en el casco urbano de Honduras, después de hacer efectiva la orden de allanamiento a cinco inmuebles que funcionaban como depósitos logísticos del GAO-r, fue ubicado el bastión de la Estructura Carlos Patiño, un golpe directo a su capacidad terrorista”, añadió.

De acuerdo con el reporte, los militares incautaron más de 280.000 proyectiles para fusil, 83 minas antipersonal, 180 granadas artesanales de 81 mm, 400 detonadores improvisados, 250 metros de cable dúplex, 450 metros de cordón detonante, 80 tarros de pólvora Barragán e insumos para fabricar más de 1200 minas antipersonal.

“Gracias a esta oportuna intervención militar, logramos decomisar 78 granadas para drones, 27 rampas de lanzamiento, un dron DJI y cuatro baterías, cuatro armas de fuego, incluyendo una mini-Uzi artesanal. También desmantelamos un taller para la elaboración de estos explosivos, decomisando taladros, pulidoras, cortadoras y un prensa”, agregó el comandante de la Tercera División del Ejército al exponer que todos estos elementos quedaron a disposición de la Fiscalía.

Mientras tanto, las comunidades campesinas de esta vereda denunciaron que se vieron obligadas a realizar un acompañamiento humanitario al momento de exigir la retirada de de militares que llegaron a esta zona “golpeando y lanzando explosivos de forma indiscriminada contra la población civil”.

“Cerca de las 5:30 de la mañana de este martes 19 de agosto, un grupo conformado por militares y policías ingresó al centro poblado de la vereda Honduras. De manera paralela, un helicóptero del Ejército Nacional efectuó un ataque indiscriminado a través de ráfagas que impactaron en inmediaciones de la zona. Adicionalmente, desde una aeronave fueron lanzados artefactos explosivos de manera indiscriminada, generando daños materiales en viviendas civiles, principalmente en paredes, ventanas y techos”, denunciaron los integrantes de la Red de Derechos Humanos del Suroccidente colombiano Francisco Isaías Cifuentes.

A raíz de esto, los campesinos salieron de sus viviendas para después rodear a los militares y policías, de ahí que algunos de ellos lanzaron granadas, resultando heridos dos civiles.

Registrado esto, más pobladores se unieron a esta actividad, logrando rodear a los uniformados hasta obligarlos a desplazarse a una de las casetas comunales del sector, donde los líderes de la zona lograron comunicación con el comandante de la Tercera División para acordar la salida de estos soldados y policías.

“Un líder comunitario y defensor de Derechos Humanos expresó que su intención era realizar un acompañamiento pacífico. Sin embargo, las amenazas continuaron. Minutos después (...) otro grupo de militares accionó ráfagas de ametralladora y lanzó dos artefactos explosivos en dirección a las cercanías donde se encontraba la comunidad reunida, a pesar de esto, la acción comunitaria continuó hasta que ya se dio la salida de los diez policías y 57 soldados”, agregaron los integrantes de la Red de Derechos Humanos del Suroccidente colombiano Francisco Isaías Cifuentes.

Como indicaron los pobladores, a raíz de estas operaciones militares están en asamblea permanente, con el fin de autoprotegerse, además de contrarrestar las amenazas que surgieron después de parte de otros grupos armados al margen de la ley.