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Si su pequeña tiene novio, tranquilo, siga estos consejos

Especialistas advierten que lo ideal es que los menores no tengan novio antes de los 15 años. Los niños no tienen la madurez para asumir ese rol. Embarazos y depresión, entre los riesgos. Consejos para padres.

21 de febrero de 2017 Por: Redacción de El País

Especialistas advierten que lo ideal es que los menores no tengan novio antes de los 15 años. Los niños no tienen la madurez para asumir ese rol. Embarazos y depresión, entre los riesgos. Consejos para padres.

 Asumir que uno de los hijos tiene novio o novia suele ser  una situación difícil para los padres. Pero escucharlo de pequeños de apenas 8 ó 10 años es prácticamente traumático. Por eso, no son pocos los padres de familia que hoy día acuden a los consultorios psicológicos, asombrados por la prontitud con que sus hijos quieren iniciar este tipo de relaciones. Así lo confirma Judith Medina, psicóloga clínica especialista en familia del Centro Médico Imbanaco, quien asegura que “esto es más común en las niñas, en quienes este interés puede despertar primero que en el sexo opuesto, que tiende a estar más ocupado en el deporte, la experimentación con el licor y los grupos de amigos”.  Ante esta situación, trátese de niños o niñas, los padres no saben cómo reaccionar, qué actitud asumir, qué tipo de normas aplicar o si deben o no prohibirles que asuman ese rol a tan temprana edad. Al respecto, los psicólogos son enfáticos en que aunque no existe una edad estipulada para tener esta experiencia, lo ideal sería que el primer novio o novia se tenga después de los 15 o mejor de los 18 años”. La razón, según Martha Elena Osorio, orientadora social y psicoterapeuta, investigadora de niños índigo y cristal y docente de la Universidad Javeriana  es que antes de los 18 años no se tiene la preparación física ni emocional suficiente para vivir un noviazgo. “A partir de la mayoría de edad, en cambio, se supone que la persona ya tiene  más claro lo que quiere, cómo lo quiere y tiene un mayor sentido de la responsabilidad”, explica. De hecho, los especialistas advierten que cuando se tiene este tipo de relación a muy temprana edad, es decir en la niñez, pueden sobrevenir serios problemas.  Una de las consecuencias más frecuentes, en opinión de Medina, es la del embarazo precoz, caso en el cual los proyectos del menor suelen quedar truncados y esa personita que debería ser cuidada por otras tiene que empezar a cuidar de un hijo, lo que genera grandes frustraciones.  También es muy común que se descuiden los estudios y disminuya el rendimiento académico por estar concentrados en el enamoramiento. Por otro lado, como los menores no saben manejar las dificultades, la psicóloga Osorio advierte que pueden tomar decisiones equivocadas, caer en estados depresivos e incluso llegar al suicidio, al sufrir una decepción amorosa, tener un disgusto o ser víctimas de una traición. De hecho, si esa primera experiencia es funesta pueden terminar creyendo que todas las personas del sexo opuesto les van a hacer daño. Al parecer, esta situación es más frecuente en el sexo masculino, por lo que los hombres requieren un mayor acompañamiento de parte de sus padres. Educar, en vez de prohibir La actitud frente al hecho que un hijo decida tener novio o novia no debe ser la de prohibir --porque  puede resultar aún más atractivo--, sino la de educar y formar en lo relacionado con las parejas y la sexualidad.   “Tampoco se debe optar por burlarse de sus sentimientos ni por coartarles que expresen lo que sienten; lo mejor es adaptarse a la situación, respetar su privacidad y ser prudente con los comentarios”, comenta la psicóloga Medina.  Aunque muchos padres en estos casos se sienten desplazados y tienen muchos temores, deben entender que el hecho que su pequeño tenga novio o novia no implica que se vayan a casar ni a irse de la casa.  No hay que caer en el error de transmitirles ideas negativas sobre el sexo opuesto y las relaciones de pareja, que pueden tener un efecto negativo a largo plazo. Pero tampoco fomentar el inicio de este tipo de relación celebrando estas conductas en los más pequeños. Lo más importante es darles unos cimientos fuertes, con principios y valores que los hijos puedan utilizar como herramientas cuando las necesiten. ¿Pero cómo enfrentar este espinoso tema con los hijos?  “Como primera medida hay que explicarles que es perfectamente normal sentir atracción por el sexo opuesto, el sentido que tiene tener novio, la responsabilidad que implica y las razones por las que no se debe tener este tipo de acercamientos a tan temprana edad”, explica la psicóloga Martha Elena Osorio. Se les debe aclarar, por ejemplo, que la niñez es para vivir otras experiencias que,  si se saltan, ya no se van a poder disfrutar más adelante.  “Y por supuesto, se debe trabajar en fortalecerles la  autoestima para que aprendan que primero deben amarse ellos mismos, antes que a los demás”, agrega Medina.

 

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