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Luis Alberto Rendón, papá de la cantante Greeicy Rendón, es deportista y cuida mucho su alimentación. | Foto: Foto: Especial para El País

JEISON MURILLO

Cuatro 'superpapás' caleños para destacar en el Día del Padre

Un padre que aplazó su propio sueño de cantar por impulsar a su hija artista, otro que le inyectó la pasión por el fútbol a su hijo, un empresario papá-mamá y un papá-runner que trabaja por la salud de los caleños.

20 de junio de 2021 Por: Redacción de El País

“Aplacé mi sueño por mis hijos”

“Nunca es tarde para alcanzar un sueño, no hay edad para eso”, dice Luis Alberto Rendón (El Cachorro), padre de la cantante caleña Greeicy Rendón, quien a sus 58 años y después de aplazar sus propios sueños por impulsar los de su hija, lanzó este año ‘Ese disco’. Este es su primer sencillo en el género popular y cuenta con el apoyo incondicional de sus hijos mayores: Mario Andrés y Jaqueline y, por supuesto. de Greeicy, la menor.

Para orgullo de la artista, a solo unas horas de su papá haber publicado el video del sencillo, superó las 30.000 visitas y hubo quienes alabaron su talento y aseguraron que “claramente lo heredó de su hija” y hasta presagiaron que “en un futuro podría ser más famoso que ella”.

“Mi padre toda la vida ha tenido el mismo sueño que yo tuve, y se sintió feliz y conforme con que yo cumpliera un sueño que también era el suyo, pero hace un tiempo se vino a vivir con nosotros y hablamos mucho del tema y Mike le dijo que nunca es tarde para nada”, dice la intérprete de ‘Los Besos’. Fue el propio Mike Bahía, cantante, pareja de Greeicy y yerno de Luis Alberto, quien promocionó la canción de su suegro en sus redes sociales y escribió en Instagram: “Quiero presentarles a ‘El Cachorro’. Hoy lanza ‘Ese Disco’, ¡qué felicidad ser testigo de un sueño cumplido, viejo Albert! ¡Será el primero de muchos!”.

La primera en aconsejarlo fue su hija, confiesa don Luis Alberto, quien con la mayor sinceridad del mundo le dijo: “Yo veo que usted canta bien y si no, no lo apoyaría, porque no voy a ponerlo en ridículo ante la gente”. Y el único consejo que le dio a su padre fue “hacerlo con todo el amor y con todo el corazón”, y eso es lo que busca transmitir el señor Rendón en sus canciones.

Joyero, comerciante y emprendedor, don Luis vivió fuera de Colombia 12 años en Holanda, donde tuvo su propio restaurante. Y se casó muy joven, a los 18 años . “De esa historia ya tengo la letra hecha para una canción”, dice don Luis Alberto, quien se conoció con Lucy Ceballos —su esposa hace 41 años y madre de Greeicy— en la calle y fue amor a primera vista. “Se la iban a llevar para otro país y yo dije: ‘No se me la llevan’ y por eso nos casamos tan jóvenes”. En esas lides del amor pospuso indefinidamente el sueño de cantar. Más cuando llegó Greeicy al hogar y al ver su talento, prefirió apoyarla y concentrarse en ella.

“Crecí escuchando la música popular que a mi padre le gustaba y se me fue adaptando el oído a ese género. Pero me dediqué al trabajo, a mi hogar, nacieron mis hijos, y Greeicy fue la última. Cuando ella tenía 4 añitos, vino a mi casa una profesora a enseñarme a tocar guitarra y Greeicy se paraba a cantar y a bailar, desde muy pequeña era muy extrovertida. Y la profesora dijo que tenía actitud para la música. Le pregunté: ‘¿Mami, tú quieres tocar guitarra?” y le compré un requinto y ella a partir de ahí aprendió a tocar guitarra y la metimos al Conservatorio (Antonio María Valencia) hasta los 14 años, cuando se presentó al programa El Factor X. Entonces yo seguía estancado porque me dediqué al hogar y al pasar los años, ya teniendo mi hija consolidada en su carrera, ella me apoyó, igual que Mike, ellos me dijeron ‘hágale, que usted puede, porque tiene el talento para esto’”.

También fueron sus hijos quienes al escucharlo cantar en las reuniones familiares, lo incitaron a estudiar música y a componer. En este momento tiene más de 60 canciones escritas, que le “van llegando”, dice. Su yerno es uno de los grandes admiradores de sus letras por ser tan fieles a la vida real.

El video musical de su sencillo ‘Ese disco’ lo grabó en Rionegro, Antioquia, donde vive con su esposa hace dos años, a petición de su hija Greeicy.

Precisamente fue de su padre que Greeicy heredó el amor por los animales y por la naturaleza. “Desde pequeñita siempre estuvo rodeada de animalitos, tuvo de todo, y ahora también, los perritos, los gatos y hasta la vaca la persiguen en la casa”.

Estando en casa, padre e hija ofrecen sus propios conciertos. “Ella se sienta al piano y me toca melodías, para que yo encuentre el tono. Y yo tengo un sitio donde me encierro a cantar mis canciones y ella ya se las sabe casi todas, siete que están preparadas y de las que salen cuatro este año, y las canta, y canta muy hermoso”, dice este hombre que no es para nada chapado a la antigua y disfruta de la música de su hija y su yerno. Fue a través de Mike que el cantante de música popular Jhonny Rivera le mandó a decir que va por buen camino.

"Ese es mi hijo": papá de Jeison Murillo

“El día que Jeison hizo el gol en el Granada, de España, la primer vez que lo vi jugar como profesional en un estadio, hizo un gol de chilena. Yo me salí corriendo del palco y gritando en la tribuna: ‘Ese es mi hijo, ese es mi hijo’, y los españoles me miraban y levantaban los brazos mientras coreaban: ¡Goool!”, admite José Jamer Murillo Rivas. papá de dos mujeres y cuatro hombres. Dos son futbolistas profesionales: Junior Felipe Murillo, que es delantero en la segunda división en el Orsomarso, y Jeison Fabián Murillo, defensa central en el R. C. Celta de Vigo de la Primera División de España. A Jeison, don Jamer lo ha acompañado en Italia, España y en Estados Unidos en la Copa América.

Jeison juega fútbol desde los siete años, que comenzó en una escuela satélite del Deportivo Cali en el barrio Andrés Sanín, hasta que llegó a las divisiones inferiores del onceno azucarero. “Comía poco y no crecía, para jugar en la posición de él era muy pequeño. Un día le dije: ‘Mijo, si no come, no va a crecer y no va a jugar, porque en la parte de defensa y de arqueros se necesita cierta estatura’, tanto le insistí que empezó a comer y a crecer”. Admite que le dio duro cuando Jeison se fue a los 18 años para España, “su madre y yo seguíamos en contacto con él por videollamadas. Llegó a un apartamento solo, le tocaba cocinar y hacer todos los quehaceres. Estábamos pendientes de él, de sus partidos, dándole ánimos. Y diciéndole que ese sacrificio se vería recompensado”.

No niega que las lesiones y la poca continuidad en el Barcelona de su hijo lo afectaron. “Uno quiere que el hijo esté jugando a toda hora, pero el fútbol es así, a veces no le gustás a un técnico o te lesionás y no podés jugar, y uno tiene que estar allí para decirle que todo tiene su momento y hay que seguir trabajando y creciendo, así no sean titulares, para que cuando el técnico los vaya a llamar a jugar, estén preparados”. Don Jamer, de 55 años, quien juega al fútbol (aficionado) dice que es un orgullo para él la humildad de su hijo. “Le inculqué que esté donde esté tenga los pies en la tierra y sea persona, primero que todo” y eso quiere para uno de sus nietos que juega en una escuela y es goleador.

Alfonso Ávila: “Mi hijo es mi prioridad”

Alfonso Ávila, médico, especialista en medicina familiar y profesor del programa de Medicina de la Universidad Icesi, es separado y vive con su hijo de 8 años.

”Ser padre ha sido el regalo más maravilloso que la vida me ha entregado y a su vez, la responsabilidad más grande. Ha sido mi prioridad desde que mi hijo llegó a mi vida”.

Una de sus grandes satisfacciones es darle a su hijo tiempo, a pesar de su ocupación como médico, especialista y profesor, él siempre ha sido su prioridad. “Me encanta ver que disfruta jugar y compartir conmigo y ya reflexiona sobre la salud, a su corta edad”, dice este papá para quien de la mano con el ejemplo debe ir el dejar que “nuestros hijos aprendan a construir su propio criterio y sea a través de la reflexión y no de la imposición que empiecen a tomar decisiones”.

Tan importante como ayudarle a cumplir sus sueños a un hijo, es enseñarle a enfrentar la adversidad, “que aprenda a levantarse y se preocupe no solo por su bienestar sino por el de las demás personas y seres que habitan el planeta”, afirma este caleño que desde hace 3 años, a través de la Sociedad Colombiana de Medicina Familiar, trabaja en el grupo de Prevención y Atención del Tabaquismo, en adolescentes y jóvenes, a través de cigarrillos electrónicos, y debe ver a diario a padres sufriendo el drama de un hijo en el consumo de sustancias.

Víctor Moreno: “El deporte”

Víctor Alexander Moreno Álvarez, de 48 años, presidente del Club Deportivo Team Warriors que lidera con su esposa hace seis años, es padre de tres hijas, una de 25 años, psicóloga; otra de 19, estudiante de séptimo semestre de medicina, y la menor, de 7 años, estudiante.

“Ser padre, deportista y líder es una responsabilidad muy grande. Mis tres maravillosas hijas son mi mayor orgullo, ellas son el mayor regalo de Dios”, dice el creador de este proyecto que nació para contribuir a una mejor calidad de vida de los caleños, mediante el deporte. Él mismo fue artífice de su propio cambio, al pasar de 110 kilos a 80, a través del deporte y mejorando sus hábitos alimenticios e inculcando en sus hijas un legado que se irá multiplicando. Dejó de ser una persona sedentaria a ser corredor de 10K, 21K y maratón (42K). Esta última ya la ha corrido en cuatro ocasiones, dos a nivel nacional y dos internacionales. Ha impactado a través de su club deportivo a más de 500 personas, corredores duales de calle y montaña, preparados para cortas y largas distancias, que al igual que él, mejoraron su calidad de vida a través del deporte. Su club ha formado a 20 atletas que han trabajado durante 15 meses para la carrera internacional de 100 kilómetros El Cruce. que se realizará en diciembre entre Chile y Argentina.

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