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Plan 'antiamante': diez claves para blindarse contra la infidelidad

Lo que si es cierto es que la tentación de la infidelidad no distingue religión o estrato social.

17 de julio de 2016 Por: Redacción de El País

Lo que si es cierto es que la tentación de la infidelidad no distingue religión o estrato social.

Las mariposas en el estómago tienen un tiempo limitado. Su vida es finita. Es por eso que si no se alimentan cada día, toda relación puede entrar en un periodo de conformismo donde la rutina y la costumbre sean quienes reinen, aún en la más apasionada de las parejas.  ¿Por qué ocurre la infidelidad? Son muchas las razones: curiosidad, oportunidad, falta de amor, venganza y por supuesto, descaro.  Aunque culturalmente se cree que son más  los hombres los que engañan a sus esposas, la infidelidad es una tentación  para ambos géneros. Bien sea algo de una noche, o de años, ser infiel es jugar con fuego, y del peligroso.    Diversas investigaciones demuestran que las mujeres que tienen un alto nivel académico o sociocultural suelen verse involucradas con mayor facilidad en la infidelidad sexual. De igual manera se ha demostrado que  las mujeres son más proclives a engañar a sus esposos con hombres que son más educados e inteligentes. Los hombres por su parte,  suelen hacerlo por situaciones de estrés, lujuria, ego y descuido por parte de su pareja,  especialmente durante la época del embarazo. Mejore el diálogo

Aunque no lo crea, son muchas las personas que están casadas con completos desconocidos. No saben las añoranzas o fantasías de sus parejas, aunque consideran que su relación es estable e incluso feliz. Si está leyendo esto y siente que hay temas vetados en su relación:

¡Alerta! Cree espacios para filtrear. ¿Recuerda aquella época en la que se estaban conociendo y hablaban a toda hora y de cualquier cosa? Pues revívala. Invite a su amado o amada a tomar un café y hablen de otra cosa que no sean las facturas.

 Fanny Cabrera, coordinadora del grupo de parejas Alianza del Templete, asegura que además de la comunicación, se debe procurar brindar una verdadera compañía a la pareja. “Muchas personas están solas en compañía porque su pareja está más pendiente de su trabajo o familia”. Evite las ‘oportunidades’La seguridad es una virtud, aunque hay quienes se confían de más y dejan que sus parejas tengan una vida social muy activa por separado. Si bien los celos son nocivos, una buena dosis de desconfianza no está de más y recuerde: ‘Soldado avisado no muere en guerra’. Encienda la pasiónNo estar satisfecho en el plano sexual es  la causa más común dentro de las infidelidades. Tener una sexualidad espontánea y constante es vital.  Daniel Bergner, autor del libro ‘What do women want?’ señala que los recientes estudios sobre sexualidad explican la falta de deseo de las mujeres casadas no como algo inevitable sino como el resultado de una larga monogamia. Cuidado con el despisteNo se fíe de los ‘mejores amigos’ del sexo opuesto, aún si a sus ojos son poco atractivos.   “Si preguntaras a veinte personas que fueron infieles, te dirían que sus parejas formales son más atractivas físicamente que las personas con las que les fueron infieles”, comentó en una entrevista  Noel Biderman, CEO de la compañía que maneja la red social de infieles Ashley Madison. Mantenga contacto físico Los besos, las caricias y  la postura corporal delatan a una pareja de enamorados. “Hay esposos —incluso jóvenes— que jamás se besan en la boca. Si la persona que juraste amar frente al altar no te besa, otro sin duda lo hará”, comenta la terapista de pareja María Clara Arango, quien aconseja estar en contacto físico permanente para que el otro sienta que hay una conexión. Cuidado con la lucha de poderQuien más gana en la pareja suele ser quien está más tentado a ser infiel, porque se siente a salvo de ser abandonado por el otro porque practicamente, depende de él o de ella. Sin embargo, cuando se cierra la puerta ambos deben estar en igualdad de condiciones. Los hombres, por lo general, quieren menos responsabilidades; y las mujeres quieren más control. Nadie quiere estar casado con un dictador, por el contrario, una buena relación se basa en la confianza, la autenticidad, el sentido del humor, el respeto y el deseo. No se descuide Normalmente una persona que vive una aventura comienza a preocuparse  más por su apariencia personal y hasta hace compras que antes serían impensables. Si bien es un signo de alerta, también es una razón para prevenir. Fanny Cabrera aconseja “mantenerse atractivo”. Se debe  cuidar estado físico y la comida,  lo cual influye mucho en el estado de ánimo. Lucir ‘arreglado’ aún cuando se está en la casa, es sinónimo de buena autoestima. Deje de ser cómodo Los hombres son visuales, las mujeres auditivas. Martha Carrillo y Raúl Araiza recomiendan en su libro ‘Cama para dos’  dejar de pensar en los gorditos y la calvicie  y buscar herramientas que enciendan la pasión, aún sin concretarse el acto sexual. “La ropa sexy, el maquillaje, funcionan en un coctel de palabras bonitas acompañadas de caricias. Así no hay espacio para excusas”. Deje de castigarLa terapista de pareja María Clara Arango, asegura que tanto hombres como mujeres guardan rencor después de una pelea o desacuerdo. “Esto tarde o temprano se ve reflejado en actitudes distantes, sátiras, comentarios enfrente de la familia o amigos y frialdad en la cama. Es importante poner puntos finales a las discusiones y sanar las heridas, de lo contrario, el desquite estará a la orden del día”. Analice sus límites Si es usted quien se siente inquieto y en riesgo de pecar, recuerde que la ocasión hace al ladrón, así que evite tentaciones y no dé largas a esos mensajes coquetos. Diversas teorías, en su mayoría psicológicas, explican la infidelidad como un evento de inmadurez personal, falta de principios morales o de desadaptación social. Valore si por un ‘desliz’ vale la pena poner en juego su tranquilidad.

 

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