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¿La infidelidad femenina significa el fin del matrimonio?

Historias sobre mujeres infieles y cómo por estas relaciones extramaritales se rompió su matrimonio o pudieron salvarlo.

2 de marzo de 2014 Por: Meryt Montiel Lugo | Editora de Domingo de El País

Historias sobre mujeres infieles y cómo por estas relaciones extramaritales se rompió su matrimonio o pudieron salvarlo.

Paulina se casó con su esposo, ingeniero civil como ella, más que por amarlo por empezar una nueva vida lejos de su familia, que no le dejó buenos recuerdos infantiles. Cuatro años después, y a pesar de tener una hermoso bebé en sus brazos, su decisión le estaba pesando… su esposo no la llenaba y tenía vacíos terribles en su alma y en su cama, por eso encontrarse con un caballero galante y muy agradable que le recordaba constantemente lo bella e inteligente que era, le alegró la vida y la llevó a vivir un romance sexualmente intenso que terminó enamorándola locamente.El amorío nunca fue detectado por el esposo y ella duró un año largo “feliz” hasta que se dio cuenta de que estaba embarazada. A pesar de que su amante le insistió en que dejara al marido y se diera la oportunidad con él, diciéndole que no solo acogería a su hijo por nacer sino a su hijo pequeño ella decidió quedarse con su esposo, su mundo y no darle a su hijo mayor “la tristeza y vergüenza” de crecer en una familia disfuncional.No obstante, 20 años después de vivir en medio de la tranquilidad económica que le proveía el esposo pero en el absoluto desierto afectivo, Paulina se reencontró con el galán que le dejó un hijo y otra vez sucumbió a los placeres del amor extramarital, la diferencia es que esta vez sí tomó la decisión de dejar la seguridad del matrimonio echando al traste los sacrificios iniciales que hizo por sus hijos. Ellos, ahora adolescentes, vieron cómo se les cayó el mundo frente a sus ojos, mientras su mamá enfrentaba el escarnio social pero al final Paulina, contra todos los pronósticos, logró un poco de lo que deseaba: ser amada, tener a sus hijos con ella y emprender un camino, un tanto incierto, pero sea como sea de la mano de alguien que sí le llena el alma...Cuenta el sicólogo y sexólogo Manuel José González Rodríguez, miembro del Colegio Colombiano de Psicólogos, que, estando hace una semana en un centro comercial de Barranquilla, se encontró con una pareja de esposos que había tenido en consulta hace 18 años porque ella le había sido infiel al marido con uno de los amigos de este, en un paseo.Los dos, dice González, estaban ese día felices, compartiéndole la noticia de que iban a ser abuelos. “Hace unos años nadie daba cinco centavos por esa pareja, pero ellos estuvieron en terapia por un año aproximadamente. Lo que quiero decir es que la terapia de pareja sí puede salvar un matrimonio cuando el hombre o la mujer han sido infiel”. El médico y asesor en sexualidad John Palacio cuenta que tuvo el caso de una paciente que había accedido a tener sexo con una persona diez años menor que ella solo por darse cuenta de que “aún sentía”. La queja de ella era que las relaciones sexuales con su pareja habían pasado a ser muy jartas, muy aburridoras, que no se sentía bien, como antes.Al enterarse de que su marido le había sido infiel decidió hacerse unos cambios estéticos a través de intervenciones quirúrgicas y quedó muy bonita. Entonces, decidió darse la libertad de tener un ‘affaire’. “Ella no argumentaba que lo hacía por venganza, pero en el fondo sí lo era, porque si él no le hubiera sido infiel, ella hubiera seguido aguantando esa poca pasión que ya había dentro del matrimonio. Y además, ella quería darse cuenta de que todavía sentía. Hasta donde sé, el marido no se enteró de sus aventuras”. Miriam añade que después de que su esposo la pilló con su amante no volvió a salir con este último, a pesar de que le telefoneaba con insistencia para continuar la furtiva relación. “No volví con él porque yo amaba mucho a mi esposo”, cuenta esta ama de casa de 38 años.Esa experiencia sirvió para reactivar en mi esposo su amor por mí, empezó a preocuparse más por mí, por mis cosas, mis necesidades; él ha cambiado mucho conmigo y ahora la relación marcha sobre ruedas. Incluso, una vez charlando, me confesó que nunca pensó que alguien me fuera a mirar, a desear y que de eso se arrepentía”.Reconoce que volver a una armonía matrimonial fue muy difícil. “Tuvimos terapia de pareja por año y medio, íbamos a retiros espirituales y conferencias de pareja. Nos demoramos casi tres años para recomponer la relación”.

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