La cantante Rosario Flores celebra sus 20 años de vida artística

Rosario Flores celebra el cumpleaños número 20 de su primer disco, ‘De Ley’, en la plenitud de su carrera y muy agradecida con la vida, con el público y con su familia, consagrada como una respetada artista en España y América, como otra ‘Faraona’.

Rosario Flores celebra el cumpleaños número 20 de su primer disco, ‘De Ley’, en la plenitud de su carrera y muy agradecida con la vida, con el público y con su familia, consagrada como una respetada artista en España y América, como otra ‘Faraona’. En vísperas de un concierto en el Teatro Mayor de Bogotá, este miércoles, donde cantará las canciones de su álbum ‘Raskatriski’, la española confiesa que la vida le ha permitido cumplir sus tres sueños: ser artista, cantar y bailar.Sobre su regreso a nuestro país, afirma que es como estar en casa: “Colombia siempre será mi segundo hogar. Fue el primer escenario, luego de mi tierra natal, que recibió mi música, donde por primera vez nos presentamos con las canciones de mi álbum ‘De Ley’ y me hicieron sentir como nunca, cosa que se ha repetido siempre que he vuelto”.Un total de diez discos, todos exitosos, dos premios Grammy e infinidad de conciertos con lleno total no han impedido que afronte la vida con humildad y con respeto a su público. “Quiero hacer sentir a la gente con la música, la mejor medicina que tenemos los seres humanos. Doy gracias a la vida, al Señor, no me quiero quejar de nada, quiero ser cada día más buena gente, mejor y más humilde, para que la vida me regale muchas cosas”, afirma.Y a sus 49 años, lo que transmite es energía y juventud, y así lo reconoce al asegurar que “no son nada” los 20 años transcurridos desde ‘Mi Ley’, el primer disco que grabó en 1992 con canciones de su hermano Antonio y que incluyeron éxitos como ‘Mi gata’ y ‘Sabor, sabor’. “Me siento joven y ojalá la vida me dé otros 20 años más de música”, manifiesta.Algunos de los mejores recuerdos de su carrera coinciden con sus inicios, cuando vivían sus padres, Lola Flores y Antonio González, ‘El Pescaílla’, y también su hermano Antonio, quien falleció en 1995, días después de ‘La Faraona’. “Mis mejores recuerdos son los de mi primer disco, ‘De Ley’, que me hizo mi hermano Antonio. Antes de que mis padres se fueran vivimos esa acogida tan maravillosa, eso lo tengo en la memoria porque tuve la gloria de que mi padre y mi madre vieran los éxitos de sus hijos”, afirma.También tiene un aprecio especial por canciones como ‘Qué bonito’ y ‘Como quieres que te quiera’, que le abrió las puertas de América y le dio dos Grammy. “He cantado con artistas como Estopa, Carlinhos Brown, Marc Anthony”, agrega.Para muchos, ser hija de dos grandes como ‘La Faraona’ y ‘El Pescadilla’ es una carga difícil de llevar, para ella no sólo es un honor sino un reto que la llevó a crear su propio nombre. “Todo es familia, siempre ha sido así, la música y el arte eran naturales en mi casa, y que mis hermanos se dedicaran a ello y luego yo diera mis propios pasos, logrando un estilo que he desarrollado con los años, sin pensar en apellidos o en lo que dirán”, continuó Rosario.Reconoce que sus padres le aportaron talento “para una vida, para otra vida y para una más, juntos eran una bomba explosiva, me llenaron de arte, de amor, tenían una energía impresionante”. Rosario heredó de su madre, ‘La Faraona’ la energía desbordante que en el escenario no deja a nadie indiferente, y de su padre, la musicalidad.“Mi madre era genial en todo, como persona, como artista, todo en lo que me parezca a ella es bienvenido. La recuerdo en el escenario, pero no puedo compararme con ella”, advierte la hija de la gran Lola Flores.Y de su padre, cantante flamenco y guitarrista, un gran exponente de la rumba catalana, dice que fue el gran músico de la familia, al igual que Antonio. “Mi hermano fue el que me enseñó toda la música, a James Brown, a Frank Zappa, a Janis Joplin, a Otis Redding, era un músico que tocaba la guitarra y hacia canciones junto a mi padre, que fue un gran músico”, dice.Rosario está centrada ahora en su gira ‘Raskatriski’ una palabreja que significa, según sus palabras, “ritmo gitano, un ritmo nervioso que se lleva adentro”.“Yo podría ser un raskatriski en persona, por ejemplo”, admite, al explicar que este álbum es “un ramillete de canciones suyas y de sus sentimientos, y que tiene de todo: funky, flamenco, bossa nova”.Pero Rosario no se queda ahí: “Ahora están saliendo muchas tecnologías y la música esta cambiando, estoy abierta a todo tipo de gente que pueda enriquecer mi música, darme un sonido nuevo”.En definitiva, seguir siendo atrevida, pero siempre dentro de su ritmo, la rumba catalana, de la que dice: “Es mi raíz, un ritmo de percusión muy abierto que puedo mezclar con funky y sonidos negros”.Con nuevos ritmos, nuevas tecnologías y nuevas experiencias, la artista tiene claro que terminará como “Mick Jagger, más viejecita pero con el mismo nervio, subida en un escenario aunque tenga 65 años”, porque, como señala, “estoy en la mitad de mi carrera y aún me queda mucho por vivir”.