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Historia de la música decembrina, un género que toma fuerza cada año en Colombia
Radiografía de un mes donde la tradición se une a la alegría navideña.
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7 de dic de 2025, 07:17 p. m.
Actualizado el 7 de dic de 2025, 07:17 p. m.
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En Colombia no ha empezado diciembre y ya están sonando Faltan Cinco pa’ las Doce, de Néstor Zavarce, y el Arbolito de Navidad, de Pastor López. Y es que la música decembrina en el país, no solo acompaña las celebraciones de fin de año, sino que se han convertido en parte de nuestra identidad.
Pero no solo Pastor López y sus colegas del género, acaparan por estas épocas el sonido colombiano, también lo hacen los villancicos, aquellos de antaño que han acompañado varias generaciones. Sus raíces toman insumo también, de la historia religiosa, especialmente debido a la labor de frailes y sacerdotes que trajeron desde Europa los primeros cantos navideños a América Latina.
“Desde que surgió la tradición por parte de los frailes y sacerdotes, la música ha estado ligada a la celebración. En todos los países se dio esa relación entre música e historia, y diciembre no fue la excepción”, explica Óscar Jaime Cardozo, periodista cultural y director del Museo Planeta Salsa.

“Esos villancicos llegaron de la mano de los sacerdotes que venían a América Latina y, por supuesto, a Colombia y a la región occidental del país”, señala Cardozo, quien también explica que, algunos de estos cantos tienen siglos de historia.
“El antiquísimo Noche de Paz tiene más de dos siglos y sigue sonando como si hubiera sido creado ayer”, afirma.
No obstante, a ese gusto por la música navideña, que comenzó siendo pensada no para bailar, sino para celebrar, señala Cardozo, Colombia le aportó una impronta particular, en especial a los villancicos, a través de su música andina. Bambucos, pasillos, guabinas, sanjuaneros y joropos se convirtieron también en sonidos de Navidad.

“Colombia tiene una riqueza absoluta en su música andina en la interpretación de villancicos”, afirma Óscar Jaime Cardozo. “Por eso, sellos discográficos como Sonolux y Discos Fuentes grabaron álbumes completos con artistas emblemáticos como Garzón y Collazos, Obdulio y Julián, Espinosa y Bedoya”.
“El maestro Luis Uribe Bueno, director artístico de Sonolux, fue uno de los grandes impulsores de estos trabajos. Creó varios álbumes completos de villancicos en ritmos de música andina colombiana”.
Pero fue a partir de los años 50, que la Navidad empezó a llenarse también de ritmos caribeños. “Con la influencia de Cuba llegaron los sones, chachachás, guarachas y pachangas, y empieza a aparecer la música bailable con grandes orquestas y big bands”.
“En Cali, estas orquestas se presentaban en clubes de la alta sociedad, mientras que en bares y zonas populares sonaban agrupaciones como la Sonora Matancera y el Conjunto Sensación”. Así, entre los grandes clásicos surgieron piezas que, aunque no nombran la Navidad, quedaron selladas en el imaginario decembrino.
“Es el caso de Diciembre Azul, porro instrumental grabado por la orquesta de Edmundo Arias: no habla de Navidad, pero el nombre lo decía todo”, comenta Cardozo. Otro ejemplo es Nochebuena, de Lucho Bermúdez. “No era un villancico dedicado al pesebre, pero sí un homenaje a la festividad, a la alegría de la gente para celebrar la Navidad”, dice.
“Desde Barranquilla, Adolfo Echeverría hizo uno de los himnos más representativos de la época decembrina en Colombia: Las cuatro fiestas. Este nombra el alumbrado, la Navidad, el fin de año y los Reyes Magos. Una obra preciosa en honor a las celebraciones de fin de año”. También cuenta el experto musical, que con el paso del tiempo, las grandes orquestas fueron reemplazadas por agrupaciones más pequeñas.
“Movilizar 30 o 35 músicos era muy complicado, así que aparecieron grupos de cuatro o cinco muchachos como Los Cinco de Oro, Golden Boys, Los Monjes y Los Falcons, que hacían música bailable que sonaba muy bien”, relata.
Ellos popularizaron los mosaicos, mezclas de varias canciones en un solo tema, y adaptaron éxitos de grandes orquestas. Luego, cuenta, con la llegada de la salsa, la música navideña vivió una nueva transformación. Surgieron los conocidos asaltos navideños con figuras como Héctor Lavoe, Willie Colón, El Gran Combo, la Sonora Ponceña y Daniel Santos.
“Casi todas las orquestas grabaron trabajos completos de Navidad. Incluso, El Gran Combo lanzó, hace unos tres años, un nuevo álbum navideño. Ismael Rivera, el ‘Sonero Mayor’, también dejó grabaciones memorables en esta temática”, concluye Cardozo, quien recuerda ahora que incluso desde la radio cultural se sigue reconstruyendo este mapa sonoro.
“Actualmente, desde la emisora de la Fundación Carvajal se emiten especiales sobre villancicos en América Latina. Hemos descubierto varios de Paraguay, Uruguay, Argentina, México rural, Honduras, Nicaragua y El Salvador. Todos han tenido una tradición fuerte en canciones que acompañan las novenas”.

Periodista de cultura, entretenimiento y tendencias, experta en edición digital e impreso. Amante de las historias que inspiran. Aprendiz constante.
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