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La historia del ingeniero agroindustrial que hoy es celebridad del mundo fitness. Explica cómo comerse ese buñuelo y no renunciar a esa natilla, pero retornar en enero a la disciplina sin excesos. | Foto: Especial para El País

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Experto fitness explica cómo no renunciar al buñuelo y la natilla sin perder la línea

La historia del ingeniero agroindustrial que hoy es celebridad del mundo fitness. Explica cómo comerse ese buñuelo y no renunciar a esa natilla, pero retornar en enero a la disciplina sin excesos.

15 de diciembre de 2020 Por:  Susana Serrano A. - reportera El País

La natilla, los buñuelos, el arequipe y mil delicias más que ofrece la culinaria colombiana en las fiestas decembrinas, hacen que más de uno pierda la noción de un peso sano en Navidad y Año Nuevo.

Muchos han buscado con desesperación la rutina perfecta para poder comer en diciembre sin preocuparse por el sobrepeso, pero el ingeniero agroindustrial e instructor fitness, Farid Naffah, reconoce que lamentablemente “no es posible comer natilla y buñuelo sin engordar”.

Pero ese no es el problema. “Yo, por ejemplo, me gozo diciembre, voy por mi natilla, mi buñuelo... esto es solo una vez al año. El verdadero problema es que la gente después no hace nada al respecto y convierten en un hábito el hecho de comer mucho; entonces cuando ya no hay natilla ni buñuelos, se comen el tamal, la bandeja paisa todo el día, todos los días. Ahí es donde está la falla”, comenta el instructor.

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Por eso recomienda a las personas comer en diciembre sin remordimiento, pero cumpliendo su palabra de ‘ajuiciarse’ en enero, como usualmente dice la gente sin mucha convicción en Navidad.

“Uno no debe ser esclavo de ningún estilo de vida, ni del bueno ni del malo. Cuando uno hace las cosas realmente debería disfrutarlas y hacerlas sin remordimientos. De hecho la gran mayoría de trastornos alimenticios radican en esta auto-satanización de ciertas cosas, como la natilla o el buñuelo. Hay que disfrutar, comer tranquilo, darle una connotación positiva, porque si se le da un significado negativo se puede terminar en un desorden alimenticio. La meta es que luego, en enero, cumplan las promesas que se hacen y retomen el entrenamiento y la dieta”, explica.

Algo similar ocurre a lo largo del año. Según Naffah, no existe una fórmula mágica para mantener el peso mientras uno come todo lo que quiera. Los únicos que tienen esa capacidad son los deportistas de alto rendimiento como Floyd Mayweather, campeón mundial de boxeo, que tiene una dieta diaria de 13 mil calorías o Michael Phelps, quien comía 9 mil calorías al día.

“Entonces, ¿existen rutinas que te permiten comer lo que quieras sin perder la línea? Claro que existen, pero ¿tú y yo las vamos a llegar a hacer? No lo creo, o no estaríamos acá sino en los olímpicos. Es simplemente utópico decir que hay una rutina lo suficientemente brutal para mantenernos fitness comiendo ‘fatness’. No existe”, comenta el instructor.

Para Naffah el éxito para mantener un peso ideal, radica fundamentalmente en tener conciencia sobre lo que se está comiendo y cómo estos alimentos afectan al cuerpo, pero sin llegar a ser esclavos de las calorías.

“Si te estás comiendo un chocorramo y sabes que no es lo mejor para ti y entiendes que no es algo de todos los días, pues al día siguiente arreglas tu plan de alimentación y decides tomar mejores decisiones sobre lo que consumes. Uno debe tratar de no ser esclavo de nada, yo sigo comiendo de todo, porque sería muy triste no poder comer chocolate”, comenta.

El deporte es salud

Naffah sintió la pasión por lo fitness desde que era un niño. Practicó tenis, bicicross, patinaje y luego, tras una lesión en el tobillo que lo mandó a hacer fisioterapia en el gimnasio, quedó fascinado con el manejo de las pesas, las máquinas y todo lo que albergaba ese espacio deportivo.

Empezó a ir al gimnasio por temporadas, de manera intermitente, como suele hacerlo la gente. Pero, todo cambió hace siete años, cuando Naffah supo que iba a ser papá.

“En ese momento mi vida estaba muy mal, yo estaba sumergido en el licor, la condición económica era pésima y quería darle un giro de 180° a mi vida”, contó el instructor, quien es ingeniero agroindustrial de profesión.

"Uno no debe ser esclavo de ningún estilo de vida, ni del bueno ni del malo. Se puede comer sin remordimientos en diciembre", Farid Naffah, instructor fitness.

Naffah ama su carrera y la estaba ejerciendo, pero en ese momento no estaba feliz con su empleo y, ad portas de convertirse en padre, decidió cambiar todo de golpe: renunció a su trabajo, dejó el alcohol y entró al gimnasio, viéndolo como una terapia para salir adelante.

“Lo convertí en un compromiso personal y durante poco más de ocho meses fui todos los días, de lunes a domingo, sin falta. Me convertí en un gran adepto de ese mundo fitness y en un punto empecé a analizarlo desde mi perspectiva de ingeniero agroindustrial, desde las ciencias exactas, porque noté que el fitness estaba lleno de un montón de mitos y de mentiras. Que las fajas adelgazan, que tales inyecciones quitan el gordito, que comer en la noche engorda, que las harinas en la noche engordan y muchas cosas más”, comenta él.

Naffah, que siempre ha estado muy pegado de la ciencia, sintió que ese universo que le mostraban, parecía más cosa de chamanes y de la edad media, “con tanto chisme y mentira”. Y decidió transformarlo.

En sus redes sociales empezó a dar luz sobre las mentiras que se estaban contando y también sobre los ejercicios mal hechos que podían llegar a lesionar, todo con fundamentos en la física, la química orgánica e inorgánica y la ciencia, evidencia irrefutable.

“El fitness tiene la gran capacidad de mejorarte la vida, de sacarte de la obesidad, ponerte hábitos de vida saludables. Pero también te puede dañar la vida, un ejercicio mal hecho puede generar una hernia discal, una dieta mal estructurada puede generar un desorden alimenticio. Y como la gente me empezó a seguir y a estar pendiente de lo que decía, yo me sentí con el compromiso de darles a ellos información verídica, porque me estaban poniendo cuidado y creían lo que decía. Entonces, me puse a estudiar más, comencé a hacer certificaciones en diferentes ámbitos: entrenamiento, suplementación, alimentación”, explica él.

Fue así como inició su empresa ‘Ingeniería corporal’, con la que busca utilizar la ciencia a favor de las personas, para que logren esa transformación corporal que desean y así llevar su físico y sobre todo su salud a otro nivel.

“Tú sí puedes transformar tu cuerpo, pero no con mentiras y chismes, sino por medio de la ciencia, desde lo verídico y comprobable”, asegura Naffah.

Consulte a su nutricionista

El ayuno intermitente últimamente se ha vuelto popular. Farid Naffah, por ejemplo, lo realiza desde hace siete años. Su ayuno se llama 16/8, es decir que durante 16 horas del día no se alimenta con nada y luego come todo lo que tiene que comer en el día, en ocho horas.

“Cuando comemos desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, eso genera un desgaste excesivo a nivel de órganos, y producción de radicales libres. El ayuno intermitente es una estrategia dietaria que no te dice qué comer, pero sí te indica a qué horas hacerlo y la estrategia es que comes en menos tiempo en el día”, aclara el instructor.

Advierte que toda dieta o plan alimenticio debe estar soportado en la asesoría de un nutricionista, para evitar descompensaciones y enfermedades.

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